La Unión Europea subrayó ayer que no descarta ninguna medida relativa al apoyo militar a Ucrania después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, insistiera en su propuesta de desplegar tropas europeas en ciertas partes de Ucrania, mientras el país avanza en su proceso de entrada en la OTAN.

Antes de la reunión entre Macron y el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, en la que ambos discutieron la situación en Ucrania y los futuros planes para reforzar a Kiev, también mediante el envío de tropas, la portavoz de Exteriores de la UE, Anitta Hipper, aseguró que la UE “apoyará a Ucrania con todos los medios”. “Todas las opciones están sobre la mesa y sobre ese tema estamos listos para coordinar los esfuerzos”, indicó, en referencia al plan de Francia para el eventual despliegue de tropas europeas, una iniciativa que hasta ahora rechazaron otras fuerzas como Alemania o España y de la que Tusk se desmarcó ayer en presencia de Macron. Hasta el momento, la UE había rechazado estos planes.

De hecho, la idea de enviar tropas europeas a suelo ucraniano ya se deslizó a principios de año por parte de Macron en un intento de generar ambigüedad estratégica sobre los planes de Europa para respaldar a Kiev ante la invasión rusa. Ahora con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca ha cogido peso la opción de negociar un alto el fuego que, de culminarse, podrían ser controlado y apoyado en el terreno por tropas europeas, dando garantías de seguridad a Ucrania, que por su parte insiste en que la mejor protección posible es la entrada en la OTAN.

El potencial despliegue de tropas europeas en Ucrania centra el viaje de Macron a Varsovia donde se reunió con Tusk, que también se ha abierto al escenario de proteger a Ucrania. En los últimos meses países bálticos como Estonia han acogido la idea y su ministro de Exteriores, Margus Tsahkna declaró recientemente que Europa tiene que estar listo para intervenir con despliegues de tropas para disuadir futuras agresiones rusas. Las discusiones entre Francia y Polonia se enmarcan en las distintas estrategias y formatos que están cocinándose para abordar todos los escenarios posibles en Ucrania tras la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos. Anteriormente, Francia discutió con Reino Unido una idea similar, mientras que Alemania ha puesto en marcha un diálogo de cooperación para Ucrania que incluye a Francia, Polonia, Italia y España.

Acelerar el gasto militar

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, urgió a los aliados a acelerar el gasto militar y cambiar a una “mentalidad de guerra”, a fin de evitar en su territorio otro conflicto como el que vive Ucrania por la invasión rusa. “Lo que está ocurriendo en Ucrania podría ocurrir aquí también a Europa. Es hora de cambiar a una mentalidad de guerra. Y recargar rápido nuestra producción de defensa y el gasto en defensa”, advirtió Rutte durante una conferencia organizada por el centro de estudios Carnegie Europe.

Rutte afirmó que, independientemente del resultado de la guerra en Ucrania, “no estaremos seguros en el futuro a menos que estemos preparados para afrontar el peligro”. “Nosotros podemos hacerlo. Podemos evitar la próxima gran guerra en territorio de la OTAN y preservar nuestro modo de vida”, indicó, y subrayó la necesidad de que la Alianza mantenga su capacidad de disuasión a largo plazo “para garantizar que nadie se plantee atacarnos”. Para ello, instó a que los aliados inviertan en defensa por encima del 2% de su PIB fijado actualmente como objetivo: “Es cierto que ahora gastamos más en defensa que hace una década. Pero gastamos mucho menos que durante la Guerra Fría, cuando era más del 3% a pesar de que las amenazas son iguales o más”.