Irán y Pakistán ahondaron ayer su crisis diplomática después de que Islamabad bombardease instalaciones de grupos insurgentes en territorio iraní en las que murieron al menos diez personas, como respuesta a los ataques de Teherán de hace dos días.

En torno a las 4.30 horas local (1.00 GMT), Pakistán atacó con tres drones tres zonas residenciales en las que fueron destruidas cuatro viviendas de un pueblo iraní en la provincia de Sistán y Baluchistán, cerca de la frontera con suelo paquistaní, según la versión de Teherán.

En esos ataques diez personas murieron, la mayoría mujeres y niños de nacionalidad paquistaní, según el vicegobernador de Seguridad de Sistán y Baluchistán, Alireza Marhamati, citado por la agencia oficial iraní IRNA. “El objetivo de este ataque está siendo investigado y los resultados se anunciarán más adelante”, aseguró Marhamati.

Sin embargo, el Ejército de Pakistán afirmó que los ataques en suelo iraní iban dirigidos contra “al menos siete escondites de los grupos terroristas Ejército de Liberación Baluchi y Frente de Liberación Baluchi”, ambas organizaciones insurgentes activas en Pakistán. Y explicó que empleó drones, cohetes y municiones loitering o merodeadoras (capaces de aguardar alrededor del objetivo hasta tenerlo localizado plenamente) para llevar a cabo el ataque.

El Ministerio de Exteriores paquistaní informó en un comunicado que varios terroristas murieron durante los bombardeos, que golpearon escondites insurgentes en la provincia iraní de Sistán y Baluchistán.

“Pakistán respeta plenamente la soberanía y la integridad territorial de la República Islámica de Irán. El único objetivo del acto de hoy fue la búsqueda de la propia seguridad y el interés nacional de Pakistán, que es primordial y no puede verse comprometido”, agregó Exteriores.

La respuesta iraní

La respuesta casi inmediata de las autoridades iraníes fue convocar al embajador paquistaní en Teherán para “pedir explicaciones” sobre el ataque.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, se limitó a condenar los hechos.

Tras los ataques, China pidió calma entre Irán y Pakistán y se ofreció a “desempeñar un papel constructivo” para aliviar la tensión. Rusia, aliada de Irán, llamó a la contención y expresó su “alarma por la escalada de la situación”. – Efe

en corto

Ataque en Siria

Milicias proiraníes. La agrupación Resistencia Islámica de Irak afirmó que ayer atacó con drones una base estadounidense en la provincia de Al Hasaka, en el noreste de Siria, de donde personal de inteligencia se había retirado presuntamente la semana pasada. Según un comunicado, la acción es una respuesta a las “masacres” cometidas por Israel en Gaza.

Preocupación

Respuesta de la UE. La Unión Europea urgió a rebajar las tensiones tras el ataque de Pakistán y subrayó su preocupación por la “grave espiral” de violencia en la región.