El escritor Boris Akunin, cuyos libros están siendo retirados de las librerías rusas por sus aceradas críticas al Kremlin, denunció hoy a EFE que Rusia está dando los primeros pasos hacia la "censura total" en su transición a un "Estado totalitario".

"Considero que la prohibición de mis libros (...) es el primer paso para la introducción de la censura total en el mercado editorial. Esa era la última zona de la sociedad que aún era relativamente libre", comentó, en declaraciones realizadas por escrito desde el exilio.

La ira del Kremlin

Akunin, el autor más leído de este país hasta el comienzo de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, se ha convertido en los últimos días en el principal objeto de la ira del Kremlin contra el librepensamiento.

"Las prohibiciones de libros comenzaron antes con la inclusión en la lista negra de toda la literatura LGBT. Ahora, viene el próximo paso. Pasamos de las prohibiciones temáticas a las personales", explica.

Primero, varias editoriales, cadenas de librerías y plataformas de comercio electrónico suspendieron la venta de sus obras. Después, las autoridades le incluyeron en la lista de extremistas y terroristas, lo que allana el camino para que sea declarado en busca y captura.

"Seguramente se enfadaron personalmente conmigo, pero lo más probable es que la situación sea mucho peor. Parece que han recibido la orden de 'limpiar' el sector editorial", señala el autor de numerosas novelas y una Historia del Estado Ruso.

La policía también realizó esta misma semana registros en una editorial que no había cesado la distribución de las obras del escritor, lo que podría acarrear penas de hasta 20 años de cárcel.

El escritor, quien condenó desde un principio la campaña militar rusa en Ucrania, ya aseguró a EFE días antes del comienzo de la guerra en febrero de 2022 que Putin había decidido castigar a Kiev "por dar un giro del Este al Oeste".

Censura electoral

Akunin, cuyo acoso coincide en el tiempo con la "desaparición" del líder opositor, Alexéi Navalni, quien previsiblemente ha sido trasladado a otra prisión, tiene claro la razón principal de su persecución.

"Sí, el rumbo hacia un mayor endurecimiento se ha tomado con vistas a las elecciones, que siempre provocan una sacudida en el sistema", afirma.

El presidente ruso, Vladímir Putin, presentó el lunes los documentos necesarios ante la comisión electoral para poder presentarse a la reelección en marzo de 2024.

"Como estas elecciones transcurrirán en el marco de una guerra larga, impopular y que tiene a todos hartos; el descontento de los movilizados y sus familias, y la caída del nivel de vida, entonces se apuesta por el palo y no por la zanahoria", argumentó.

Akunin, seudónimo de Grigori Chjartishvili, destaca que "amedrentar, cerrar bocas, imponer la total sumisión, esa es su estrategia electoral".

"El presupuesto no alcanza para tanta zanahoria. Todo el dinero va para la guerra", subraya.

La libertad está en la emigración

Nada más consumarse la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014, Akunin se exilió en el sur de Europa.

Ahora predice que, al igual que ocurría en tiempos soviéticos, cuando muchas obras maestras no podían ser publicadas, en la Rusia de Putin pronto ocurrirá lo mismo.

"La cultura rusa se dividirá en dos segmentos: la libre, es decir la emigrante, y la no libre, la del interior de Rusia", afirma.

Admite que Putin actuó de manera "astuta" al presentarse como "defensor" de la cultura rusa cuando en Occidente decidieron "cancelarla" debido a la guerra en Ucrania.

"Cuántas veces me dijeron: 'Usted critica al Gobierno ruso, pero éste no le impide publicar sus libros'. Y yo no podía decir nada. Ese período ya ha terminado. Ahora, las principales directrices culturales, por cierto policiales, provendrán del Kremlin", dijo Akunin, cuyo personaje más popular es el detective Erast Fandorin.

De Estado policial a totalitario

A sus 67 años, el escritor considera que "hace mucho, diez años" que Rusia ya es un "Estado policial".

"Con la extinción de las últimas áreas de cierta libertad, la editorial, Rusia da un gran paso hacia un Estado totalitario. Después de eso sólo queda instalar un cortafuegos en internet, limitar la salida del país y ya está", apunta.

Recuerda que Putin (71 años), precisamente, "se acerca a la edad" del líder soviético Konstantín Chernenko, quien murió con 73 años tras solo un año en el Kremlin (1984-85).

"Retroceso de 40 años en el tiempo hasta la época del secretario general Chernenko", aseveró.

Hasta la legendaria revista literaria "Novi Mir", donde se publicó la primera obra de Alexandr Solzhenitsin sobre el GULAG, "Un día en la vida de Iván Denísovich", también retiró a Akunin de sus archivos.