Rusia volvió a romper este viernes el consenso del Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC), el órgano que marca la hoja de ruta de las políticas del FMI, mientras todos los demás países le exigieron que ponga fin a la guerra que provocó con la invasión de Ucrania.

La presidenta del IMFC y vicepresidenta primera del Gobierno de España, Nadia Calviño, confirmó en rueda de prensa el "fuerte llamamiento" que los demás países miembros hicieron a Rusia -"mucho más fuerte" que en la reunión de abril, recalcó- para que detenga la invasión y lamentó "profundamente" que este país "haya bloqueado cualquier oportunidad de consenso".

Eso ha evitado que el IMFC se cierre con un comunicado conjunto. Sí se ha publicado una declaración de Calviño que recoge el texto que se esperaba consensuar y que han suscrito todos los demás.

Calviño dijo que la invasión rusa de Ucrania es el "factor principal" del aumento de la inestabilidad y la incertidumbre mundiales y de la crisis del coste de la vida que afecta a todo el mundo.

"El impacto de la guerra va más allá de las fronteras europeas y muchos países están sufriendo una crisis de inseguridad alimentaria, crisis energética, subidas de precios y riesgos de inestabilidad financiera", dijo.

Y a la pregunta de cuál fue la respuesta de Rusia a este llamamiento se limitó a señalar que "obviamente, Rusia tiene un punto de vista distinto" de la situación.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, repitió por su parte el llamamiento al Gobierno de Vladímir Putin.

"Está muy claro, desde el punto de vista humano, práctico y objetivo. Paren la guerra", dijo Georgieva, quien lamentó que todos los países del IMFC estén alineados salvo una sola excepción.