Las autoridades ucranianas denunciaron ayer la muerte de cuatro médicos cuando trataban de evacuar a los pacientes de un hospital psiquiátrico de Strileche, en la región de Járkov (noroeste del país).

“Los ocupantes aterrorizan sin piedad a la población civil”, afirmó el jefe de distrito de esa zona, Oleg Sinegubov a través de su cuenta en Telegram, en un mensaje recogido por el portal Ukrinform.

Las autoridades ucranianas habían informado anteriormente de nuevos e intensos ataques en diversos puntos del sur y el este del país.

En Donetsk se habrían producido al menos cinco víctimas mortales entre la población civil, mientras que en Nikopol, en el sur, los ataques rusos dañaron decenas de edificios de viviendas, así como la red del gas y electricidad.

Por su parte, las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk denunciaron ayer la muerte de nueve civiles en ataques ejecutados durante el último día por el Ejército ucraniano contra zonas de la región controladas por las fuerzas prorrusas.

La Sede de Defensa Territorial de la República indicó que “nueve personas han muerto y otros 17 han resultado heridos como resultado de ataques con artillería de las Fuerzas Armadas ucranianas contra el territorio de la República Popular de Donetsk”.

Asimismo, las autoridades prorrusas de Donetsk han resaltado que las fuerzas de Ucrania reiniciaron ayer los ataques con artillería contra la capital, Donetsk, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas, tal y como recogió la agencia rusa de noticias TASS.

La guerra en Ucrania estalló el 24 de febrero a raíz de la orden de invasión dada por el presidente ruso, Vladimir Putin, quien días antes había reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, situadas en el Donbás (este) y escenario de un conflicto armado desde 2014.