El goteo de dimisiones sigue este miércoles en el Gobierno de Reino Unido, con varias salidas que amplían aún más la presión sobre el primer ministro, Boris Johnson, a cuenta de los cambios de versión sobre el polémico nombramiento de un alto cargo del grupo conservador en la Cámara de los Comunes.

Downing Street inicialmente sostuvo que Johnson no conocía las acusaciones de acoso sexual contra uno de los encargados de mantener la disciplina de voto en la bancada 'tory', Chris Pincher, pero el 'premier' terminó reconociendo que sabía de los comportamientos del diputado y lamentó su nombramiento.

Las dimisiones el martes de los ministros de Finanzas, Rishi Sunak, y de Sanidad, Sajid Javid, por la pérdida de la confianza en el primer ministro han supuesto el golpe político más duro hasta la fecha contra Johnson, que hace un mes ya sorteó a duras penas una moción de censura impulsada por sus propios compañeros.

A Sunak y Javid se han sumado en las últimas horas otros altos cargos del Ejecutivo que también cuestionan al primer ministro y este miércoles han hecho pública su salida el secretario de Estado de Infancia y Familia, Will Quince, y la asistente parlamentaria en el Ministerio de Transportes, Laura Trott.

Quince ha pasado de ser una de las caras visibles del Ejecutivo a la hora de defender ante los medios la versión oficial sobre el caso Fincher a recriminar públicamente a Johnson sus mentiras, de las que no habría sido consciente hasta el partes.

En este sentido, ha explicado en declaraciones a Sky News que Downing Street llegó a garantizarle de forma "categórica" que el primer ministro no estaba al tanto de las acusaciones de acoso contra el dirigente parlamentario, a pesar de que la oficina de Johnson ha terminado por reconocer lo contrario.

Quince sí ha reconocido que Johnson se ha disculpado con él por las informaciones "imprecisas" que había recibido, pero ha sostenido que no le queda más salida que hacerse a un lado y abandonar el gabinete.

Trott se ha expresado en términos similares, defendiendo que "la confianza en política es de vital importancia" y "en los últimos meses se ha perdido", en alusión a la cascada de escándalos que persiguen al actual Ejecutivo y que incluyen, entre otros, las multas por las celebraciones de fiestas en plena pandemia de COVID-19.

EL FUTURO DE JOHNSON

Johnson ha pedido perdón durante estos últimos meses por las sucesivas polémicas en que se ha visto envuelto, pero se ha negado a ceder a las voces que, tanto desde dentro de su partido como desde la oposición, le piden que dimita.

Teóricamente, está protegido hasta junio de 2023 frente a una nueva moción de censura de sus propios compañeros, si bien algunos 'tories' abogan por cambiar las normas para que no sea necesario esperar un año entre votaciones.

Estos conservadores críticos con Johnson quieren aprovechar las próximas elecciones del Comité 1922, responsable de lanzar las mociones, para integrar a miembros partidarios de cambiar la normativa y así facilitar dichas modificaciones, según la BBC.

El 'premier' ha evitado de momento que las salidas de Sunak y Javid hayan derivado en otras dimisiones en primera línea y altos cargos como Dominic Raab, Michael Gove, Therese Coffey y Ben Wallace ya han dicho que seguirán en el Gobierno. También ha respaldado a Johnson "al cien por cien" la ministra de Exteriores, Liz Truss, que suena como potencial sustituta en Downing Street.