El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió hoy de que 12,7 millones de personas padecerán hambre aguda en el Sahel Occidental en 2022, una cifra tres veces superior a la de 2019.

"La región del Sahel de África Occidental -Chad, Burkina Faso, Níger, Mali y Mauritania- se encuentra en un punto de inflexión crítico", declaró este martes el asesor superior de preparación y respuesta ante emergencias del PMA para África Occidental, Alexandre Le Cuziat.

"En 2022 la región está siendo testigo de golpes debido a los conflictos, el clima, el impacto económico de la covid-19 y, ahora, el aumento vertiginoso de los costes de los alimentos, el combustible y los fertilizantes", dijo.

"Este año vemos todos estos factores en juego. Todos ellos están causando al mismo tiempo una ola de hambre y sufrimiento que está llevando a partes de la región al borde del abismo y poniendo en peligro años de desarrollo", agregó.

Según el PMA, seis millones de niños tendrán desnutrición aguda este año en la región y muchos más se encuentran en riesgo de sufrirla.

Los factores que aumentan el hambre

"El hambre aguda está impulsada principalmente por los conflictos, que siguen provocando desplazamientos masivos de población (cerca de 2 millones solo en Burkina Faso). La violencia impide el acceso de las personas a los mercados, los campos o la ayuda humanitaria", explicó.

Además, Le Cuziat indicó que la región sufre en este momento las consecuencias de una temporada de lluvias "muy pobre" en 2021, siendo una de las peores de los últimos cuarenta años.

La guerra en Ucrania también está afectando a esta región debido a la subida de los precios de los alimentos, la energía y la escasez de fertilizantes.

El experto del PMA señaló que sólo se ha cubierto el 46% de las necesidades de fertilizantes en la región, lo que podría provocar una caída del 20% de la producción agrícola en 2022 con respecto a la media de entre 2017 y 2020.

"Ahora miramos al futuro con un nivel de preocupación aún mayor, ya que la disponibilidad de alimentos en la región está en peligro", advirtió.

Según Le Cuziat, en torno al 70% de las regiones de Chad se encuentran en crisis nutricional y recordó que este país decretó a principios de junio una emergencia alimentaria, además de solicitar a los diferentes actores nacionales y socios internacionales ayuda humanitaria.

No obstante, "el PMA se enfrenta a un triple peligro: las necesidades alcanzan niveles récord, los recursos disminuyen y el coste de la respuesta se dispara con el aumento de los precios de los combustibles y los productos básicos y las limitaciones de acceso debido a la inseguridad", agregó.