"No hay refugiados en el campo de Dorohusk. Estos días han sido trasladados porque una localidad próxima ha sido bombardeada. Se prevé para los próximos días un flujo de 20.000 personas". Juan Carlos, voluntario de la DYA al frente de la expedición humanitaria que partió el pasado martes relata las últimas horas de este convoy que se encuentra ya en la muga con Ucrania para rescatar a las víctimas de las guerra.
El equipo dejó ayer todo los enseres y material que llevaban en un almacen. Y después de buscar han podido pernoctar en la casa de una persona, un particular que les ha solucionado el alojamiento "incluso les ha pagado los gastos".
Ahora van a recoger gente pero Juan Carlos está algo sorprendido porque les han pedido de fotos los vehículos y documentación. "Aunque he insistido en que tenemos distintivos, ambulacias€ nos han pedido que envíemos fotos. La gente nos se fía".
Las guerras generan solidaridad y fomentan la generosidad de la población pero junto a ello también avivan los institintos más perversos de que quien aprovecha cualquier circunstancia para aprovecharse de los más vulnerables, por eso las mujeres también en estos casos están en el centro de la diana.
Juan Carlos se ha hecho eco de ello. "hoy una persona que está metido en esto nos ha confirmado que las mujeres sobre todo tienen miedo. Aunque nosotros tengamos distintivos dicen que se ha dado el caso de gente que han sido trasladados a otros lugares".
Juan Carlos entiende que "el miedo es libre" por eso mandarán todo lo que necesiten para autentificar que son una organización oficial.