Roma - Al menos 25 personas fallecieron ayer como consecuencia del derrumbe del tramo de un puente en la ciudad italiana de Génova (noroeste), un suceso que ha generado en el país un debate sobre el estado de las infraestructuras. El balance de muertos es provisional y anoche había cierta discrepancia en cuanto a la cifra de víctimas mortales con las que se saldó el desplome, que también causó 16 heridos, diez de ellos graves..

El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, dijo a los medios desde la isla de Sicilia, donde se encontraba, que había una treintena de muertos; sin embargo, el director operativo de Protección Civil de Italia, Luigi D’Angelo, señaló que eran una veintena. D’Angelo confirmó que había además 16 heridos, diez de ellos en estado grave, y todos eran atendidos en diversos hospitales de la zona.

El suceso ocurrió en torno a las 12.00 horas, cuando un tramo del puente Morandi, de un kilómetro de longitud y una altura de noventa metros, se vino abajo, sepultando bajo los escombros a varios vehículos. Inicialmente se apuntó a las fuertes lluvias como la causa del incidente, aunque momentos después la compañía encargada de la gestión y manutención de la autopista, que es Autoestrade per l’Italia, filial de Atlantia, informó en un comunicado de que estaba trabajando para asegurar el pavimento del viaducto.

La concesionaria subrayó que “tal y como estaba previsto, se había instalado un puente grúa para permitir el desarrollo de actividades de mantenimiento” y que “los trabajos y el estado del puente estaban sujetos a la constante observación” por parte de las autoridades locales.

Se inició entonces un debate en el país sobre el estado de las carreteras y el Gobierno italiano aseguró que exigirá responsabilidades. En esas primeras horas, sin embargo, la prioridad era sacar a las personas que aún pudieran estar vivas y atrapadas bajo los escombros, y por eso en el área se encontraban unos 1.000 agentes, entre Policía Estatal, Municipal, equipos de Bomberos, Protección Civil y personal sanitario. Actuaban a contrarreloj para limpiar la zona y los esfuerzos continuarían hasta que existiera la certeza “de que no queda nadie más”, confirmó D’Angelo.

Causas desconocidas Por su parte, el jefe de los Bomberos, Bruno Frattasi, manifestó que “las operaciones están siendo complicadas”, pero garantizó que las labores de búsqueda de posibles supervivientes continuarían hasta que no quedara ni una posibilidad de que alguien siguiera atrapado. En la zona también estaban siendo atendidas las familias de las víctimas, que recibían asistencia psicológica, detalló el coordinador del Departamento de Emergencias, Angelo Gratarola.

Las causas del derrumbe aún se desconocen y serán esclarecidas en una investigación de la Fiscalía de Génova, dijo el fiscal de esta ciudad italiana, Francesco Cozzi. De momento, el Gobierno italiano, formado por los antisistema del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, señaló que trabajará para que los culpables asuman responsabilidades. “Como italiano haré todo lo que esté en mi mano para tener nombres y apellidos de los responsables pasados y presentes porque es inaceptable que en Italia se muera así”, dijo Salvini.

También el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, reflexionó que “todos los responsables pagarán” y reiteró que quien gestionaba la manutención de esa autopista es Austostrade per l’Italia. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se trasladó a Génova para visitar la zona de siniestro y reunirse con las autoridades locales en la sede de la Delegación del Gobierno.

Hoy está previsto que también se reúnan en Génova el líder del M5S y ministro de Trabajo, el ultraderechista Luigi Di Maio, el líder de la Liga y ministro del Interior, Salvini, y el resto del gabinete del Ejecutivo para valorar la situación y decidir qué medidas tomar.

Medio siglo de vida El puente, llamado Morandi por el arquitecto que lo diseñó -Riccardo Morandi-, fue construido entre 1963 y 1967 por la Sociedad Italiana de Oleoductos. Atraviesa los distritos de Sampierdarena y Cornigliano y une mediante más de un kilómetro que llega a alcanzar una altura de noventa metros la autopista A-10, que llega desde la frontera de Francia, con la A-7 hacia Milán.

El viaducto, que transcurre sobre una zona urbana en la que hay centros comerciales, edificios residenciales y áreas industriales, es uno de los principales nudos de comunicación de la capital de la provincia de Liguria, que conecta la autopista A-10 con el peaje de Génova Ovest, desde donde se llega al puerto y a las terminales de ferry.

Desde que fue inaugurado el 4 de septiembre de 1967, la estructura, hecha de hormigón armado prensado para la cubierta y hormigón ordinario reforzado para las torres y pilas, ha sido objeto de diversas reformas e intervenciones de mantenimiento. La última de ellas fue llevada a cabo a comienzos de 2017, cuando el viaducto fue sometido a pruebas reflectométricas para detectar la situación del hormigón. Sin embargo, Autostrade per l’Italia informó de que en la actualidad se estaban realizando nuevamente actividades de mantenimiento, por las que se había procedido a la instalación de una grúa en el lugar.

Desastres por derrumbes El derrumbe del puente Morandi supone uno de los accidente con mayor número de víctimas mortales en Europa de este tipo. Concretamente, el mayor desastre relacionado con viaductos en el viejo continente del que se tiene constancia tuvo lugar el 5 de marzo de 2001, cuando al menos setenta personas perecieron al precipitare sus vehículos por el desplome de un antiguo puente sobre el río Duero entre las localidades De Entre Os Ríos y Castelo da Paiva, en el norte de Portugal.