Lagos - Los nigerianos acudieron ayer a las urnas para elegir al próximo presidente en medio de una oleada de ataques terroristas en varios colegios electorales y múltiples fallos en el sistema electrónico de acreditación que obligaron a posponer hasta hoy las votaciones en algunas zonas del país. En estas elecciones, las más reñidas en la historia de Nigeria y que contaron con una participación masiva, los dos candidatos que se disputan la Presidencia son el actual mandatario, Goodluck Jonathan, de confesión cristiana -religión predominante el sur, pero minoritaria en el país- y el musulmán y líder de la oposición Muhammadu Buhari, que se presenta por cuarta vez.
Desde primera hora de la mañana, el grupo yihadista Boko Haram, que recientemente juró lealtad al Estado Islámico (EI), irrumpió en la cita electoral de este país, el más poblado de África y primera potencia económica del continente. Media hora antes de que se abrieran los colegios electorales a las 08.00 hora local, una bomba estalló junto a un colegio electoral de la localidad de Enugu, en el sureste, sin causar heridos.
Minutos más tarde, la Policía detonó de forma controlada otros cinco explosivos colocados en las proximidades del mismo centro. Mientras, en el norte del país, bastión de los terroristas y donde cerca de tres millones de personas han tenido que abandonar sus hogares, Boko Haram seguía sembrando el miedo entre los residentes, a los que amenazaba pistola en mano para que no participaran en los comicios. - D.A.