Amman. Los jefes militares de diez países comenzaron ayer en Jordania una cumbre bajo un estricto secreto para evaluar las opciones disponibles ante el conflicto en Siria. Fuentes gubernamentales jordanas confirmaron el inicio del encuentro, que finaliza hoy. La cita está presidida por el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, general Martin Dempsey, y su homólogo jordano, general Mishal al Zaben.

Además de EE.UU. y Jordania, participan los altos mandos militares de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y Catar. Se espera que hoy se difunda un comunicado con los resultados de la reunión, que se está desarrollando en un lugar desconocido.

En la agenda destaca el supuesto ataque con armas químicas a las afueras de Damasco, según denunció el miércoles pasado la oposición, que informó de la muerte de al menos 1.300 personas, aunque otros grupos de activistas han rebajado esa cifra a menos de 400. El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Naser Yudeh, señaló el domingo que ese asunto es una de las prioridades que analizarán los responsables castrenses, si bien descartó que Estados Unidos utilice esa cumbre, preparada desde hace tiempo, para decidir si ataca Siria.

Los comandantes de los diez países están preparando el terreno en un momento en que Reino Unido, Francia y Turquía se han mostrado favorables a una intervención extranjera en Siria, pese a la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU, donde se mantienen los vetos ruso y chino a una resolución contraria al régimen de Damasco.

El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Jordania Fares Fayez apunta que el encuentro de Ammán servirá para discutir de manera "muy cuidadosa" las opciones para intervenir en Siria. "Creo que existe la convicción en el Gobierno estadounidense y en Occidente, en general, de que el régimen sirio ha utilizado armas químicas hace un año, pero ahora ha incrementado su dosis, de tal manera que no puede escapar del castigo", afirma. Con el consentimiento de Jordania, EE.UU. tiene 900 soldados y expertos desplegados cerca de la frontera con Siria, además de cazas F-16 y dos baterías de misiles Patriot.