washington. La muerte del imán radical de origen estadounidense Anwar al Awlaki, vinculado a Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) en Yemen, a causa de un bombardeo llevado a cabo por aviones no tripulados estadounidenses siguiendo un plan de ataque organizado por la CIA podría suponer una violación de la Constitución de Estados Unidos. Varios expertos en Derecho que han criticado el programa del Ejecutivo estadounidense de acabar con miembros de Al Qaeda en el extranjero a través de ejecuciones sumarias sin juicio previo han señalado que en este caso, al tratarse de un ciudadano estadounidense, podría haber una violación de la legislación nacional.
Al Awlaki nació en el estado de Nuevo México y estaba vinculado a la rama yemení del grupo terrorista. "El hecho de que Al Awlaki tuviera la doble nacionalidad yemení-estadounidense hace que tuviera protecciones adicionales bajo la Constitución de Estados Unidos que no tendría de tratarse de un ciudadano yemení", dijo la profesora en Derecho Internacional en la universidad de Notre Dame, Mery Ellen O'Connell. "Bajo mi punto de vista, el presidente (Barack Obama) ha hecho algo que es altamente cuestionable bajo nuestra propia Constitución".
Al Awlaki, que vivió en Virginia antes de abandonar Estados Unidos poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trace Center, fue el primer ciudadano estadounidense al que las agencias de seguridad del país tenían autorización de asesinar -dada por la Casa Blanca- desde dichos ataques.
Al Awlaki, que los servicios de Inteligencia estadounidenses calificaron ayer como "jefe de operaciones exteriores" de la célula yemení de Al Qaeda, pereció a causa del impacto de misiles Hellfire disparados desde dos aviones no tripulados modelo Predator.
La operación, apuntaron fuentes oficiales a la cadena Fox News, fue desarrollada por el Mando Conjunto de Operaciones Especiales bajo la dirección de la Agencia Central de Inteligencia.
Fuentes del Gobierno estadounidense afirmaron que había asumido el liderazgo de Al Qaeda en la península arábiga y que estuvo involucrado en varios intentos frustrados de ataque terrorista contra objetivos estadounidenses. Oficiales estadounidenses bajo el anonimato revelaron que "jugó un importante papel en el intento de atentado contra un avión de pasajeros estadounidense en 2009" y "supervisó la trama para insertar artefactos explosivos en aviones de carga norteamericanos, un año después".
Al Awlaki estuvo también relacionado con el autor de la masacre a tiros sucedida en la base militar de Fort Hood (Texas), ejecutada por el psiquiatra militar estadounidense, el comandante Nidar Hasan y que se cobró la vida de 13 personas.
asesinatos selectivos Bajo la Administración Obama, Washington ha aumentado su uso de aviones no tripulados para asesinar a supuestos terroristas. En un discurso ofrecido el año pasado, el asesor legal del Departamento de Estado, Harild Koh, defendió el uso de esta técnica y afirmó que "cumple con la ley en vigor, incluyendo las leyes de guerra". Koh manifestó que "un Estado que está involucrado en un conflicto armado o que hace uso de la legítima defensa no está obligado a ofrecer procedimientos legales antes del uso de la fuerza letal". "Nuestros procedimientos y tácticas para identificar a los sospechosos son muy buenos, y la tecnología facilita que alcancemos nuestros objetivos de manera muy precisa".