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– En esta nueva etapa, Dacia renuncia al gasóleo y confía en la gasolina. Eso sí, con el consabido aporte eléctrico, para seguir la corriente y para obtener el salvoconducto comercial de la etiqueta ‘Eco’. Así pues, el Bigster se conforma por el momento con un sucinto repertorio motriz que propone soluciones mixtas parcialmente electrificadas. Da a elegir lentejas: hibridación ligera (140 o 154 CV) o convencional sin cable (155 CV). Las ‘mild hybrid’ pueden ser bi-fuel y funcionar alternando gasolina con el todavía más barato gas licuado (GLP), prolongando así su autonomía y rebajando los costes de utilización.

La novedad es la variante Hybrid-G 150 4x4 recién incorporada al menú, tanto del Bigster como del Duster. Esta fórmula ’mild-hybrid’ a 48V asocia el motor gasolina 1.2 litros (140 CV) con un bloque eléctrico (31 CV) encargado de accionar el eje trasero. Obtiene un rendimiento conjunto de 154 CV. El motor térmico va acoplado a una caja automática de doble embrague de 6 relaciones con levas en el volante, y el eléctrico a una caja de dos velocidades. La batería de 0,84 kWh se recarga automáticamente durante las fases de desaceleración y frenado, para alimentar al bloque eléctrico conectado a las ruedas traseras, propiciando el avance sin emisiones en determinadas circunstancias. Dacia dice que hasta un 60% del tiempo de conducción urbana es en modo eléctrico.

La marca señala también que la tecnología bi-fuel reduce el coste de combustible en un 30% y en 20 gramos las emisiones de CO2 en comparación con la propuesta mecánica 4x4 anterior. Los depósitos de gasolina y GLP de 50 litros extienden la autonomía a casi 1.500 kilómetros. Este Bigster vaticina consumos medios de 7,2 litros de GLP y 5,6 de gasolina, lo que comporta emisiones de CO2 de 118 y 126 g/km, respectivamente.

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El sistema 4x4 plantea seis modos de conducción diferentes. El Auto gestiona por su cuenta el cambio de tracción delantera a integral. El Eco fomenta el ahorro de combustible. La función Snow optimiza el agarre con baja adherencia, y la Mud/Sand hace lo propio en terrenos blandos. El Lock permite la conducción todoterreno a baja velocidad en tramos irregulares. El modo Hill Descent Control asegura la dirección y estabiliza la velocidad en pendientes pronunciadas y resbaladizas.

El repertorio del Bigster se completa con la variante Hybrid 155 de impulsión mixta, con 155 CV y movilidad eléctrica parcial. Además hay una doble opción microhíbrida con motor tricilíndrico ligeramente electrificado de 140 CV; está disponible en una modalidad exclusivamente a gasolina y en otra compatible con GLP.