Seguridad al volante: cómo conducir de noche y evitar riesgos
La reducción de las horas de luz hacen que muchas personas se pongan al volante en condiciones de poca o ninguna iluminación natural
Entre el polémicohorario de invierno, que se instauró hace unas semanas, y que el avance del otoño acorta la duración de los días cada vez más, podemos comprobar cómo a media tarde ya es casi de noche, y más en días en los que el cielo está cubierto. Esa reducción de horas de luz hace inevitable que muchísimos conductores tengan que ponerse al volante en condiciones de poca o ninguna iluminación natural, algo que siempre resulta más complicado y que a algunos de ellos les supone una cierta preocupación por la inseguridad que les crea.
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Problemas de la conducción nocturna
Conducir de noche resulta más exigente porque se reduce la visibilidad y dependemos exclusivamente de la luz artificial, porque surge la opción de los deslumbramientos con los faros y porque suele aumentar la fatiga. Y a ello se le suma que llegamos a unos meses del año en los que las condiciones meteorológicas van a ser más adversas.
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Once consejos importantes
Para minimizar estas dificultades, el Real Automóvil Club de España(RACE) enumera once consejos que deberíamos tener en cuenta si vamos a coger el coche en horario nocturno o sin vamos a ir perdiendo luz mientras estamos al volante, y que tienen mucho que ver con una conducción prudente y tranquila y con una buena preparación del vehículo.
1. Revisa la iluminación: comprueba regularmente que los faros, luces de freno, antiniebla e intermitentes funcionan correctamente. Si vas a conducir asiduamente de noche puedes plantearte instalar faros LED o de xenón.
2. Ajusta los retrovisores: con un buen reglaje evitarás los molestos y peligrosos deslumbramientos. Si tu coche incluye el modo antirreflejo del espejo interior, conviene tenerlo activado.
3. Enciende las luces con antelación: al menos una hora antes del anochecer deberías poner las luces, si no las tienes automáticas, para mejorar tu visibilidad y la de tu vehículo. Eso sí, cuidando siempre no deslumbrar al resto de conductores con las luces de carretera y las antiniebla.
4. Mantén limpios cristales y ópticas: es imprescindible que el parabrisas esté limpio para que de noche no reduzca la visibilidad ni cree reflejos.
5. No enciendas las luces interiores: circular con las luces de cortesía encendidas dificulta la visión exterior y puede generar reflejos molestas. Además, podrían multarte por ello si consideran que compromete tu seguridad al restar visibilidad.
6. Revisa tu visión: que las luces funcionen y los cristales estén limpios no servirá de mucho si no has detectado tus posibles problemas de visión relacionados con la agudeza o sensibilidad al deslumbramiento. Así que revisa tu vista una vez al año.
7. Detente si notas fatiga ocular: para en un lugar seguro y tómate unos minutos de descanso si sientes somnolencia, lagrimeo o picor.
8. Elige vías bien iluminadas: no siempre se puede elegir, pero si existe la opción es mejor optar por autopistas o autovías, que son más seguras y tienen mejor iluminación que las carreteras secundarias.
9. Descansa bien antes de conducir: es importante no ponerse al volante fatigado y, en caso de realizar trayectos largos, realizar pausas cada hora o cada 150-200 kilómetros.
10. Ventila el habitáculo: tener el coche bien aireado ayuda tanto a conservar la concentración como a evitar la somnolencia.
11. Modera la velocidad: debes adaptarla a las condiciones de iluminación, aumentando al mismo tiempo la distancia de seguridad para disponer de un mayor tiempo de reacción en caso de necesidad.