La lista de los buenos coches es la más fácil y amable. La presencia en ella satisface y la ausencia no molesta demasiado. Llama la atención que en esta relación proliferan los productos en activo. Es algo que no sucede en las nóminas históricas de modelos con carencias técnicas y estéticas. La inteligencia artificial juega sobre seguro y coloca al Golf en primera posición de una clasificación dominada por las marcas germanas.
Apuesta por esta creación alegando motivos de peso. Argumenta que, tras ocho generaciones y más de cincuenta años en el mercado, el compacto es considerado un referente en su categoría. Alaba su “equilibrio excepcional entre confort, rendimiento y calidad”. Destaca que su amplio abanico de motorizaciones y su tecnología avanzada “lo hacen muy atractivo”. No aparece ni una alusión al fraude de las emisiones en el que se vio envuelto Volkswagen, conflicto que ha tenido un coste reputacional menor del previsible para el grupo alemán.
El segundo modelo mejor valorado es el BMW Serie 3, otro longevo proyecto. La IA celebra “su excelente manejo y dinámica de conducción” y da por hecho que “es ampliamente reconocido como uno de los mejores sedanes de lujo”. El resto de la valoración son frases huecas.
Ocupa la tercera posición el Clase C de Mercedes-Benz, que “combina lujo, confort y tecnología de vanguardia”. La IA constata que “su diseño elegante y un interior bien acabado la convierten en una opción preferida entre los automóviles de lujo”. Además, hace notar que cuenta “con variaciones híbridas y de alto rendimiento”.
Describe al Audi A3, cuarto, como “un compacto premium que sobresale en calidad de construcción y acabados interiores”. Lo considera “muy versátil y atractivo para diversos tipos de conductores” debido a su tecnología y a su amplia gama de motorizaciones.
En quinta posición aparece un Peugeot 3008 “aclamado por su diseño moderno y su interior premium”. La lista continúa con el Toyota Corolla, “favorito en Europa durante décadas”, conocido por su fiabilidad y su tecnología híbrida. Del Škoda Octavia aplaude su relación calidad-precio y su espaciosidad.
La lista continúa con el Renault Clio, el Ford Puma y el Tesla Model 3. Por el escaso rigor de los argumentos esgrimidos, intercambiables de uno a otro modelo, da la sensación de que esta clasificación podría variar en cualquier momento.
