Apuesta triple por la hibridación ligera
El Q5 debuta con motorizaciones con tecnología MHEV plus: 2.0 TFSI y 2.0 TDI, de 204 CV, y V6 3.0 TFSI de 367 CV
Audi comienza proponiendo el Q5 en tres conocidas variantes motrices, a las que sumará las TFSIe con propulsión híbrida enchufable en un futuro próximo. La gama inicial tiene como nexo de unión la tecnología MHEV plus, asociada a una transmisión S tronic de doble embrague con siete velocidades, que permite lucir etiqueta medioambiental Eco.
La hibridación MHEV plus supone una vuelta de rosca más en la búsqueda de la eficiencia sin complicarse la vida con un cable. Esta tecnología con sistema eléctrico de 48 voltios asiste al motor de combustión por medio de un bloque eléctrico auxiliar de 24 CV para mejorar las prestaciones en esfuerzos puntuales. Contribuye así a reducir el consumo de carburante, con lo que descienden las emisiones de CO2. Permite, de manera limitada, que maniobras como el aparcamiento se efectúen en modo puramente eléctrico. El sistema también se encarga del arranque eléctrico y recobra hasta 25 kW de la energía liberada en las deceleraciones.
El Q5 abre su repertorio con el bloque 2.0 TFSI, que aporta 204 CV; está disponible en variantes de tracción delantera e integral quattro, con desembolsos iniciales de 61.600 y 63.900 €. La alternativa lógica a esta mecánica es la que plantea el 2.0 TDI, que transfiere idéntica potencia a las cuatro ruedas; reclama al menos 65.250 €.
Si la elección entre una y otra opción motriz viene determinada por el precio, cobra clara ventaja la de gasolina con tracción delantera. Si en la valoración intervienen las prestaciones nos encontramos con un empate entre las variantes quattro diésel y gasolina; ofrecen registros parejos de velocidad punta (226 km/h), aceleración (7,4 y 7,2 segundos) y emisiones (156 y 157 g/km). El gasóleo ofrece una respuesta algo más elástica por su mayor par motor (400 frente a 340 Nm) y acredita un litro menos de consumo medio (5,9 y 6,9); no obstante, esa diferencia obliga a recorrer muchos kilómetros para amortizar los 1.350 € más de la versión TDI.
Por encima de ambas variantes motrices se encuentra la V6 TFSI de 3 litros, empleada para dar vida a la efusiva interpretación SQ5. Suministra una potencia de 367 CV y un par de 550 Nm para generar pura satisfacción en cualquier persona amante de la conducción, incluso en el caso de que su pasión no vaya acompañada de una extraordinaria pericia al volante. Para eso está la tecnología, capaz de perdonar y compensar las carencias de conducción que, en mayor o menor medida, todo el mundo tiene.
El SQ5 impulsa sus dos toneladas largas de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos, dato más elocuente que su velocidad punta limitada a 250 km/h. Sus credenciales declaran un consumo oficial de 8,2 litros a los cien kilómetros, con lo que las emisiones de dióxido de carbono suben a 186 g/km.l