Leapmotor rebaja la tarifa eléctrica

El argumento primordial de estos modelos que abren el catálogo es de índole económica. No obstante, sería poco preciso y bastante injusto aplicar a la joven marca la consideración de low cost. Ni el diseño ni la sensación de calidad que transmiten las dos creaciones de Leapmotor invitan a colocar una etiqueta que reviste connotaciones peyorativas. Un automóvil asequible no tiene por qué ser tosco o precario, como demuestran el C10 y el T03, los productos con los que la firma se da a conocer.

Este mismo año puede llegar al mercado el B10, otra creación de la casa china a punto de ver la luz en su país de origen. Se trata de un crossover 100 % eléctrico de 4,47 metros, es decir, algo más escueto que el C10, con el que mantiene una clara coherencia estética. Lo mejor es que también tendrá una tarifa inferior, al borde de los treinta mil euros sin contar subvenciones, si se confirman los pronósticos más optimistas. En algún momento podría ensamblarse en Europa, misión para la que ya se ha postulado la planta Stellantis de Figueruelas (Zaragoza).

Por ahora, pese al buen comienzo del modelo compacto, la marca deposita sus mayores expectativas en el C10. Es un SUV a pilas de buen tamaño y porte amable, claramente orientado hacia un público más bien familiar. Ocupa 4,74 metros de largo, 1,90 de ancho y 1,68 de alto; tiene 2,82 metros entre ejes, batalla que sustenta un holgado habitáculo con cinco plazas. La cabina ofrece mucha amplitud en todas ellas, incluso en las traseras, con sitio de sobra para las piernas y un plausible desahogo a la altura de la cabeza. El C10 alberga a popa un hueco portaequipaje correcto (435 litros).

Al margen de la impresión causada por la estampa –ahí influyen los gustos personales– la puesta en escena interior sorprende gratamente por su estilo minimalista y depurado. No hay nada superfluo. Al ingresar a bordo del C10 llama la atención la ausencia de controles, concentrados en las dos pantallas HD flotantes, una de 10,25 pulgadas que desempeña el cometido de cuadro de mandos y otra central de 14,6 destinada al sistema multimedia. La cabina, luminosa y accesible, evidencia una confección esmerada.

El nuevo aspirante eléctrico llega dispuesto a hacerse notar en el saturado mercado SUV eléctrico gracias al aliciente de su generoso equipamiento, inusitadamente elevado para el desembolso exigido. El C10 comparece con una terminación inicial Style que sale de fábrica profusamente pertrechada: climatizador de doble zona, bomba de calor, techo panorámico corredizo con parasol eléctrico, llave con apertura por proximidad, sensor de aparcamiento trasero, cámara de 360º, faros led, equipo HiFi con doce altavoces, WiFi y 4G, cargador inalámbrico para smartphones, siete airbags, llantas de aleación de 18 pulgadas, cristales tintados, y hasta dieciséis funciones de asistencia a la conducción.

Las personas más exigentes disponen, a cambio de una comedida cantidad adicional, de la definición superior Design. Este acabado completa el bagaje de equipamiento añadiendo volante calefactable, asientos delanteros con calefacción y aireación interior, portón trasero eléctrico, luz ambiental, llantas de aleación de 20 pulgadas e iluminación de paso trasera.

Leapmotor presume de que su coche, distinguido con la máxima valoración en seguridad de Euro NCAP, depara una “experiencia de conducción premium”. Menciona la “acústica optimizada” y “el sistema de sonido de alta fidelidad” del modelo, que puede recibir actualizaciones remotas OTA (Over The Air) de su software.