Volvo simplifica el repertorio del XC60. Tras la renuncia a la opción diésel, ahora excluye del configurador oficial la alternativa a gasolina, también microhibridada y con idéntico rendimiento (197 CV). En su lugar aparece una nueva propuesta Mild Hybrid (MHEV) con 250 CV, transmisión automática y tracción AWD a las cuatro ruedas. Está disponible en media docena de acabados –a los cuatro habituales se suman ahora las dos definiciones Black Edition–, ordenados por una tarifa oficial que discurre de 56.500 a 72.451,50 euros.
Esta versión del SUV medio de la casa –tiene 4,71 metros de largo, 1,90 de ancho, 1,65 de alto y 2,86 entre ejes– propone un sistema de impulsión parcialmente electrificado, con hibridación a 48 voltios. La motorización, conocida por la clave B5, consta de un bloque de cuatro cilindros gasolina turboalimentado, que lleva asociado un pequeño bloque eléctrico, para recuperar energía y prestar apoyo puntual, y una batería. Alcanza un rendimiento final de 250 CV, potencia que distribuye entre los dos ejes.
Su contribución propicia mover las 2,4 toneladas del vehículo con alegría, permitiendo progresar de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos (ningún Volvo sobrepasa los 180 km/h). Si no se constatan a menudo esas prestaciones, es posible acercarse al registro de consumo medio ideal, homologado en 7,7 litros, que supone emitir al menos 175 g/km de dióxido de carbono. Por su condición de microhíbrido, este XC60 ostenta la etiqueta ‘Eco’.
El repertorio del modelo se completa con dos interpretaciones PHEV, la T6 y la T8, recargables en un enchufe. Comparten un mismo esquema de funcionamiento, basado en la labor coordinada de un bloque eléctrico y otro de gasolina. El primero, de 145 CV en ambos casos, acciona las ruedas posteriores y va asistido por una batería de 18,8 kWh. El motor de combustión, que mueve las ruedas delanteras, entrega más potencia en un caso que en otro. Es la razón por la que el rendimiento final del T6 alcanza 350 CV y el del T8 se eleva hasta 455.
De ahí la diferencia de prestaciones: 5,7 segundos para saltar de 0 a 100 km/h y 82 km de autonomía sin emisiones en el T6; 4,9 segundos y 76 km en modo eléctrico en el T8. Adquirir el primero supone apoquinar entre 67.300 y 78.069 €, en función del grado de sibaritismo que uno se pueda permitir. En el caso de la opción superior solamente hay una definición tope de gama, disponible a cambio de 86.250 €.