Renacido el año pasado, el Sportage es uno de los referentes obligados para los SUV de talla y clase medias. Kia ha aprovechado el relevo generacional del modelo para depurar su moderno discurso estético y para hacer acopio de las últimas tecnologías. El resultado es un producto impecable que, además de intensificar su sintonía con el público, progresa en todos los aspectos. Sube, por tanto, de categoría sin apenas hacerlo de precio. 

En su repertorio adquieren protagonismo las variantes parcialmente electrificadas. Propone hibridación ligera MHEV a 48 voltios, convencional HEV y enchufable PHEV, las primeras con etiqueta ECO y la otra con distintivo 0. 

La versión Plug-in Hybrid recargable combina un motor térmico de gasolina con un bloque eléctrico asistido por una batería de 13,8 kWh, totalizando un rendimiento de 265 CV; acredita una autonomía eléctrica de hasta 70 kilómetros. Se puede adquirir desde 42.344 euros. 

La interpretación híbrida (HEV) del Sportage asocia el motor gasolina 1.6 T-GDi con un impulsor eléctrico de 60 CV y una batería de 1,49 kWh, para brindar una potencia conjunta de 230 CV. Sale a la venta entre 37.718 y 49.318 euros. Por su parte, la tecnología mild hybrid brinda un pequeño apoyo eléctrico a motorizaciones de gasolina con potencias de 150 y 180 CV. Esta disponible desde 31.662 a 49.203 euros.