De la lectura del informe de fiabilidad se desprende que hay modelos y versiones de algunas marcas que parecen prácticamente indestructibles; a quienes se decantaron por ellos apenas les ven el pelo en el servicio técnico oficial. Sin embargo, otros coches permitirían empadronarse en el domicilio social del taller que tanto frecuentan a quienes cometieron el error de elegirlos. A veces, acertar es una mera cuestión de suerte y dos productos idénticos deparan resultados dispares. A veces.

Las averías que provocan más visitas al mecánico –un 17%, según la encuesta– guardan relación con el sistema eléctrico. Son incidencias que incumben a componentes como baterías, fusibles, bombillas, testigos, cierres, elevalunas, cableado, etc. La consulta a la clientela señala que afectan más a modelos de Alfa Romeo, Chevrolet, Citroën, Fiat, Renault y SEAT.

El sistema de frenos es el segundo de los motivos que conducen al taller, al suponer el 13% de las anomalías. Alfa Romeo, Citroën, Fiat y Chevrolet son las firmas que acusan más problemas de bomba, cable, discos, tambores, etc. Esas mismas marcas, junto a Renault y Lancia, presentan también complicaciones de electrónica, que originan el 8% de los fallos habituales. Los defectos de funcionamiento del motor inducen otro 8% de reparaciones. El 7% del tráfico en los servicios técnicos obedece a averías en el sistema de alimentación (inyección, bomba y carburación). Las deficiencias en amortiguación, dirección y neumáticos generan parecida proporción de atenciones mecánicas. La disfunción en el sistema de calefacción y ventilación es otro de los motivos para acudir al taller (6%). Las marcas señaladas por los usuarios se repiten en cada caso.

El paso por el servicio técnico para subsanar cualquiera de estos problemas deteriora la imagen de la marca implicada, puesto que provoca una mala experiencia de uso a las personas afectadas. Además de suponer un engorro, si la incidencia no queda cubierta por la garantía, genera costes económicos imprevistos.

Con todo, la clientela consultada en la encuesta de las organizaciones de consumidores se muestra bastante o muy satisfecha con la atención recibida en las distintas redes de servicios técnicos oficiales. De hecho, valoran esa calidad con cuatro y con cinco estrellas. Y tal consideración no guarda relación directa con el coste de las operaciones de mantenimiento, que oscilan en una horquilla bastante ancha. La pesquisa europea pregunta a los usuarios cuál es la cantidad anual desembolsada por este concepto. Obtiene respuestas que van desde los 114 euros en Hyundai, los 120 en Dacia y los 150 en Renault, hasta los 350 en Audi y Mercedes-Benz; la mayoría de marcas está por encima de los 200 euros al año en el taller.