LAS modas vienen y van. Unas son efímeras y otras dejan una huella más profunda. Es el caso de estilo SUV, que ha llegado para quedarse y contagia ya a casi todas las tallas y categorías del mercado. Solo unos pocos modelos se resisten a ser absorbidos por este influjo uniformizador y mantienen su propia identidad. Uno de ellos es el Peugeot 308, un turismo compacto cuyo diseño clásico se ve reafirmado por una tercera generación estética y tecnológicamente esmerada a punto de pisar la calle.

La del león es una de las marcas que más y mejor partido obtiene de la corriente de diseño con inspiración todoterreno. A pesar de ello, no reniega de sus orígenes y, además de lanzar vistosos crossover, continúa apostando por los automóviles de toda la vida, con líneas más convencionales. Esa decisión depara la sugestiva y convincente entrega del 308 que llega en febrero. Esta tercera remesa quizá haga que algunas personas reconsideren su decisión de compra y se replanteen la posibilidad de adquirir un coche-coche en vez de un SUV urbano.

El nuevo 308 defiende su candidatura con sólidos argumentos: un diseño distinguido, notable calidad y comedida tarifa. Su propuesta gana empaque al adoptar una presencia refinada y moderna, no exenta de cierta impronta deportiva. Además de fascinar, Peugeot persuade con un aporte tecnológico de primer nivel. Así pues, las versiones más cuidadas y costosas del modelo resisten sin rubor la comparación con productos abiertamente Premium. Y, lo que es más importante, lo hacen sin pasarse de frenada en el precio: desde 22.050 euros en adelante.

La casa del león propone, por el momento, dos envases distintos para el 308. Las entregas del formato compacto, que ya exhiben los concesionarios, comenzarán en febrero; un mes después llegará el SW con techo alargado. Ambas comparten el resultón estilo que tan buenos resultados depara a sus hermanos SUV. A final de año asomará una innovadora declinación Cross, con envase largo, silueta cupé y cierta impronta campera.

En las facciones del moderno 308 aparecen detalles como las llamativas luces diurnas a modo de colmillos que bajan hasta el paragolpes delantero, la denominación inscrita sobre el capó, el nuevo escudo del león presidiendo la parrilla o los pilotos LED traseros simulando sendos zarpazos. La adaptación al nuevo estilo formal modifica ligeramente las proporciones, procurando al 308 un plus de esbeltez. Lo consigue estirando 11 centímetros la eslora, que alcanza ahora 4,36 metros (4,64 en el envase familiar SW), y rebajando 3 cm la altura, hasta 1,44 m; ambas carrocerías ocupan 1,85 de ancho (4,8 cm más) y distancian sus ejes 2,675 m (5,5 más). Esas nuevas cotas mejoran levemente la ya correcta habitabilidad del compacto; la cabina del SW presenta similares proporciones, pero transmite una sensación de superior desahogo gracias a la popa expandida.

Al igual que el diseño exterior, la concepción interior del 308 también provoca una impresión de sofisticada calidad. A ello contribuye decisivamente el i-Cockpit, el innovador puesto de conducción que distingue a las creaciones de Peugeot contemporáneas. La evolución de este diseño del puesto de mandos aporta un volante aún más pequeño y manejable, al tiempo que integra en el salpicadero una pantalla táctil de 10 pulgadas (25,4 cm).

Como es normal, la sensación de calidad se intensifica en las interpretaciones más ambiciosas, pertrechadas y costosas. Pero no hace falta efectuar un gran desembolso para disfrutar de detalles singulares como el cuadro de mandos digital de 10 pulgadas, disponible desde la terminación media Active Pack; la definición GT añade la función de visualización tridimensional.

La nueva generación del 308 da un paso adelante en materia de conectividad. El sistema i-Connect permite replicar por Bluetooth en pantalla cualquier smartphone, (hasta dos de manera simultánea); oferta navegación conectada y comandos de voz para acceder fácilmente a las funciones de información y entretenimiento (responde al conjuro OK Peugeot).

La firma francesa suministra al modelo un generoso equipamiento de serie; incluye abundantes ayudas a la conducción, y se completa con recursos opcionales que lo aproximan a la conducción semiautónoma. Así, el pack Drive Assist 2.0 añade cambio de carril semiautomático, preconización anticipada de la velocidad y adaptación de la misma en curva. Estas funciones se suman al control de crucero adaptativo con función Stop and Go y a la ayuda al mantenimiento de carril. El modelo también dispone de sistema de vigilancia del ángulo muerto de largo alcance (75 metros), alerta de tráfico trasero al engranar la marcha atrás, vista perimetral para ayudar al aparcamiento, así como sistemas avanzados de climatización y alta fidelidad.