Marc Márquez prosigue su escalada en la historia del motociclismo. En esta ocasión firmó su victoria número 68 en la categoría reina, las mismas que rubricó el segundo piloto con más conquistas, Giacomo Agostini. Por delante ya solo figura Valentino Rossi, que mira desde la cúspide con 89 entorchados. A la par, Marc alcanzó su sexto triunfo dominical del año, el tercero consecutivo, lo que no lograba desde 2019, cuando encadenó cinco para encarrilar la que fue su octava y última corona de MotoGP. Como consecuencia, el piloto de Cervera allanó su camino hacia el noveno título mundialista gracias a su victoria en el Gran Premio de Países Bajos, pero también por la caída del segundo clasificado del campeonato, Álex Márquez, que chocó con Pedro Acosta, rodó por el asfalto y se fracturó el segundo metacarpiano de su mano izquierda, y a la tercera posición de Francesco Bagnaia, a quien su adaptación a la Ducati 2025 le sigue penalizando.

Partía desde la cuarta pintura Marc. Pero sus reacciones son asombrosas. En el segundo giro ya se instaló en la segunda posición, a rueda de Bagnaia, que cortaba el viento. El catalán se dio margen a rebufo del piloto turinés. Este Marc sabe recurrir a la paciencia. Pero es a la vez inconformista. Transcurridos cinco giros procedió al ataque. Espíritu combativo. Marc adelantó a Bagnaia. Cobró la cabeza de carrera. Sin embargo, no fue capaz de abrir brecha con la pista despejada. De hecho, hasta cinco pilotos rodaron enlazados, como un convoy de mercancías, hasta casi el ecuador de la carrera en Assen: Marc, Bagnaia, Bezzecchi, Acosta y Álex Márquez, los destinados a repartirse el botín del podio.

Lesión de Álex Márquez

El menor de los Márquez tuvo dos contactos con Acosta. En el segundo, cuando asistía la segunda vuelta, perdió el control de su máquina y sufrió una violenta caída que le provocó la fractura en su mano. Un gran golpe para Álex, que se alejó a 68 puntos de su hermano.

Bezzecchi fue la gran revelación del fin de semana. Se aupó al segundo lugar mientras Bagnaia descendía hasta la cuarta plaza. El italiano rueda de más a menos, penalizado por el desgaste de los neumáticos, al contrario que Marc, que se crece con la erosión de las gomas como excelente gestor del consumo. “Quería más, pero volvió a costarme, de nuevo. El ritmo no estaba mal, pero era muy difícil acercarme a los dos primeros. Tercero es lo máximo a lo que podía esperar”. Claudicó Bagnaia. Está lejos del nivel de su compañero de equipo.

Marc no logró sacudirse la amenaza de Bezzecchi pese a que marcó la vuelta rápida en la vuelta 13 y abrió casi medio segundo de ventaja. El discípulo de Rossi recuperó el terreno perdido y volvió a correr como una prolongación de Marc, aunque no pudo atacar en ningún instante. Ya a dos giros de la conclusión, Márquez apretó para sentenciar la prueba. “Quería atacar, pero él tenía un poquito más”, analizó Bezzecchi.

El vencedor terminó “muy contento”, porque el fin de semana comenzó con una fuerte caída que pudo traer consecuencias. “Ha sido increíble e inesperado, porque Assen no es de mis circuitos favoritos”, confesó Marc, que posee un colchón de 126 puntos sobre Bagnaia, tercer clasificado del Mundial. Son más de tres grandes premios de diferencia tras solo diez carreras disputadas.

Acosta y Viñales fueron cuarto y quinto, respectivamente, con las KTM. Además de Álex, causaron baja Aldeguer, Mir, Oliveira, Savadori y Ogura.