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Marc Márquez vive su momento más feliz en MotoGP

El piloto de Cervera protagoniza un estreno insuperable con la Ducati oficial: pole, victoria al esprint y triunfo dominical secundado por su hermano, Álex, un fin de semana "Top 1" en su carrera deportiva

Marc Márquez vive su momento más feliz en MotoGPEFE

Allí donde alcanzó su octavo y último título mundial, Marc Márquez resurgió de sus cenizas. Era entonces 2019, momento álgido de su carrera, cuando solo unos meses después, en el fatídico Jerez, comenzaría tras una grave caída un proceso de combustión que amenazó su carrera deportiva. Fue el inicio de un arduo proceso de reconstrucción, física –sufrió cuatro operaciones de húmero– y mental –tocó fondo a nivel de frustración–, un periodo de introspección que le llevó a pensar en colgar el mono y que combatía recuperando frente al televisor vídeos como el del Gran Premio de Tailandia de 2019, porque “cuando estás en momento difíciles tienes que recordar los buenos”.

Perdió Marc, incluso, esa sonrisa, la sonrisa del campeonato, la de un chico que vive cada jornada laboral con pasión y disfrute. Seis temporadas más tarde, un infierno mediante, el genio de Cervera, esa hormiga infatigable que trabaja sin cesar, recuperó su mejor versión, la del indomable, la de astro rey que todo lo eclipsa con un radiante rostro de felicidad. El año pasado ya hubo atisbos de que podría recuperar su mejor versión, pero Tailandia 2025 confirmó que de manera definitiva vuelve a ser quien fue. En su estreno con la Ducati oficial tocó la perfección: pole, victoria al esprint y triunfo dominical. Para colmo de la alegría, Álex le acompañó en el podio con la segunda posición; por primera vez en la historia de la categoría reina dos hermanos coparon la clasificación de un gran premio.

Momento "Top 1" de su carrera deportiva

“Ayer estaba feliz y hoy estoy exultante. Esto es un sueño. Aquí, donde gané mi último campeonato, y con mi hermano al lado”, acertó a decir Marc, a quien ya todos vuelven a mirar con el temor que un día infundió en la parrilla. No ganaba la primera carrera de un Mundial desde 2014 y es el primer piloto del equipo oficial de Ducati que debuta con victoria desde Casey Stoner en 2007. Pero al margen de estas magníficas noticias, el catalán ubicó el fin de semana “en el Top 1” de su carrera deportiva, sin ningún ápice de dudas porque “para mí la familia siempre ha sido lo más importante; no me emocionaría si mi hermano no estuviera aquí”, subrayó con los ojos lacrimosos ante el micrófono de DAZN.

Fue precisamente Álex quien relegó a Marc de la primera posición. El primogénito realizó una salida fulgurante. Seguido abrió una brecha de casi segundo y medio sobre Álex, quien a su vez descolgó a Francesco Bagnaia. La sensación era de anticipo de una victoria aplastante de Marc. Pero en la séptima vuelta cortó el gas y cedió la posición de liderazgo. Una acción nada usual que resultó ser pura estrategia, como confesaría a la postre, porque a 300 kilómetros por hora y la adrenalina por las nubes se puede reflexionar. “La presión de delante no bajaba y he visto que me podían penalizar”, relató. Estaba obligado a rodar el 60% del total de las 26 vueltas en niveles de presión de neumáticos reglamentarios, y a ese ritmo endiablado, sería víctima de una sanción, de modo que necesitó calentar su goma delantera con el calor desprendido por Álex, al abrigo de su hermano. “Cuando he visto que cumplía todas las vueltas ya he atacado. Tenía un poquito más y eso me ha permitido salvar la situación”, explicó en relación a la única mota de un fin de semana impecable.

"Marc ha jugado con nosotros"

Álex llevó el peso de la carrera hasta que a cuatro vueltas para la conclusión Marc recuperó la cabeza de forma irreversible. Ambos sostuvieron a raya a Bagnaia, que rodó la mayor parte de la prueba a casi un segundo de distancia, aunque llegó a rebajar al medio segundo en su persecución. Pero los Márquez estaban por encima en el circuito de Buriram. “Lo he entregado todo y no podía acercarme. Creo que Marc ha jugado con nosotros. Si él quería ganaba la carrera con más de cinco segundos. Tenía mucho más que nosotros”, precisó Pecco, que fue tercero.

Bagnaia cruzó la meta con gesto de disconformidad. Tendrá que encontrar más ritmo para recuperar un estado de forma que le permitió ganar 12 de las 20 carreras del año pasado. Davide Tardozzi, mánager del equipo oficial de Ducati, tuvo compasión con el italiano al solicitar a Marc una celebración prudente, sin demasiadas estridencias, por el bien de la cordialidad en el seno del equipo. 

 

Marc Márquez, en lo alto del podio del circuito de Buriram.

Los tres pilotos de Ducati que pisaron el cajón se mostraron superiores al resto. Franco Morbidelli, también con la Ducati, fue el último en claudicar en la batalla por el podio. Detrás, Ai Ogura firmó una quinta posición con la Aprilia que le convirtió en la revelación de este inicio del curso; una buena noticia también para Jorge Martín, que lesionado vio desde casa que su moto es por el momento la segunda en el orden de la jerarquía de MotoGP. Johann Zarco situó a la Honda en séptimo lugar, confirmado el progreso de la marca tras la caída de Joan Mir cuando rodaba sexto. Brad Binder alzó la KTM a la octava plaza después de que Pedro Acosta se precipitase contra el asfalto. Jack Miller condujo la Yamaha, quinto y último constructor, hasta el undécimo puesto.