Una vez superada la primera cuarta parte del Campeonato del Mundo de MotoGP, la lucha por el título se intuye enconada con tres pilotos que se han desmarcado del resto de la parrilla cumpliendo con las expectativas que se podían depositar en ellos. Francesco Bagnaia y Jorge Martín están rindiendo de forma sospechada, en base a las condiciones de un campeón y un subcampeón, respectivamente, que prolongaron la consecución del título hasta la última carrera del año pasado. Marc Márquez acaparaba dudas después de tantos años sin mostrarse a su mejor nivel y también la exigencia del proceso de adaptación por su cambio de montura. Pese a ello, ha resurgido con fuerza para opositar a su noveno cetro mundial, el séptimo de la categoría reina. Son los tres llamados a jugarse el trono, una disputa que trasciende de la jerarquía de la categoría reina: tanto Martín como Márquez corren por hacerse un hueco como compañero de Bagnaia en el equipo oficial de Ducati.
Era precisamente Márquez el que más incertidumbre podía generar. Después de cuatro intervenciones en su húmero derecho, lesionado en Jerez en 2020, su estado físico podía ofrecer incógnitas acerca de su capacidad para recuperar la plenitud de su rendimiento. Su último título data de 2019 y desde entonces ha logrado tres victorias, todas ellas en 2021, lastrado, cierto es, por una Honda en caída libre. En cualquier caso, los resultados podían sembrar sospechas de qué porcentaje era atribuible a la parte mecánica y cuánto a la cuestión física. Además, el de Cervera afrontaba un cambio de marca, lo que siempre requiere de labores de adaptación tras once temporadas en Honda. Por si fuera poco, Márquez estaría dotado de la versión 2023 de la Ducati, lo que siempre es un handicap a la hora de competir contra la última variante de la máquina de Borgo Panigale.
Con todo, Márquez, a sus 31 años –cuarto más veterano de la categoría–, ha recuperado la ilusión. Es el único de los tres grandes aspirantes al trono de MotoGP que aún no ha ganado. No obstante, su progresión invita a pensar que llegará pronto; ya en el estreno en Catar logró ser quinto en el esprint y cuarto en carrera. De momento ha encadenado tres podios –algo que no sucedía desde 2019– en las tres últimas carreras, donde además ha firmado remontadas memorables desde la decimotercera posición de salida hasta la segunda y desde la decimocuarta hasta la tercera. Su punto débil son las tandas de calificación, aunque en Jerez firmó la pole. Si lima esa aspereza, los triunfos estarán cerca, porque el ritmo de cabeza lo tiene. Al inicio del curso no se pronunciaba sobre el título; ahora, visto lo visto, sí: “Si quiero luchar por el Mundial, debo empezar en las dos primeras líneas”. Actualmente figura a 41 puntos del liderato de Jorge Martín, que no suenan excesivos con 15 carreras por delante y 37 puntos en juego en cada gran premio. Márquez es una de las mayores sensaciones de la temporada junto a Pedro Acosta, el único debutante.
Bagnaia ha cosechado tres victorias después de las seis primeras carreras, las mismas que el año anterior. Si bien, por aquel entonces también contaba con tres triunfos en citas al esprint, mientras que este curso no ha triunfado en ese apartado y además contabiliza tres caídas. A estas alturas Pecco presentaba 131 puntos y ahora atesora 116, a una distancia de 39 respecto a los 155 de Martín.
El tricampeón italiano, ganador de las dos últimas ediciones de MotoGP, lidia con una presión que ha ido en aumento al multiplicarse los rivales capaces de batirle. Fruto de ello, el piloto de Turín de 27 años ha traspasado los límites en más ocasiones que sus dos principales opositores. Si en 2023 sumaba dos caídas –ambas en carrera–, ahora contabiliza cuatro: las tres citadas al esprint y una en carrera. Además, es el único de los tres que no ha logrado ninguna pole.
Dada la igualdad que impera, los aspirantes deben ser conscientes de la importancia que adquiere la regularidad. En este sentido, Martín solo ha sufrido un abandono por caída, en carrera. Mientras que Márquez suma dos, ambas también en carrera, y en una de ellas levantó la moto para acabar decimosexto. Martín se ha mostrado como el más constante de los tres. Suma dos victorias en carrera y tres al esprint. Quitando su única caída y un cuarto puesto, siempre se ha subido al podio, tanto los sábados como los domingos. Esa solidez le convierte en líder. El piloto de San Sebastián de los Reyes, de 26 años, está muy por encima de los resultados del año pasado por estas fechas, cuando solo contaba con una victoria al esprint. Del trío de pilotos destacados es el autor de más poles, dos. Su progreso resulta evidente al contemplar sus 155 puntos y 107 que poseía en 2023. Ha subido la apuesta.
Para añadir presión a la batalla y al seno de Ducati, que se debate por quién acompañará a Bagnaia en el equipo oficial, Martín ha amenazado con cambiar de aires en caso de que no promocione. “Quiero ir de rojo, pero estoy tranquilo, esté donde esté llevaré una moto de fábrica. Si no me quieren, daré mi talento a otros”, sentenció para DAZN en el marco del pasado Gran Premio de Catalunya. En ese caso abandonaría el equipo satélite Prima Pramac y los oficiales de Aprilia y KTM aparecen como posibles destinos. Después del Gran Premio de Italia de este fin de semana se resolverá quién sustituye a Enea Bastianini, lo que añadirá picante a un campeonato en el que los tres corren conscientes de que están ante una gran oportunidad. MotoGP está de enhorabuena con la subida de la puja por el título gracias a un nuevo invitado y, como dice Martín, “pelear con Márquez es aún más complicado”.