Pole position, victoria en la carrera al esprint y triunfo dominical. Jorge Martín desató en el Gran Premio de San Marino la tormenta perfecta. Por segunda carrera consecutiva el piloto madrileño recortó puntos a Francesco Bagnaia, que ha perdido 26 de diferencia en el liderato en apenas una semana, y ahora aparece con solos 36 de ventaja en el Campeonato del Mundo de MotoGP. Es decir, Martín está a menos del botín de puntos que reparte un fin de semana de carreras, que son 37. El madrileño ha estrechado el cerco sobre Bagnaia. Con ocho citas por delante, el título ya no parece solo cosa del vigente campeón.

Martín fue una apisonadora en Misano. A diferencia de otras ocasiones, donde también plasmó su velocidad, esta vez trazó el mejor plan: impuso el ritmo de cabeza, llevándose consigo a Bagnaia y a Marco Bezzecchi, lobos de cacería en sus moradas, ante la atenta mirada de Valentino Rossi y el público italiano. El madrileño supo estirar sin castigar sus neumáticos, pero con suficiente constancia como para desgastar a dos rivales mermados por las lesiones, exigiéndoles. De modo que cuando Bagnaia y Bezzecchi dieron el más mínimo síntoma de flaqueza, elevó una marcha más y abrió la brecha que resultaría insalvable.

Martín fue un azote perseverante. Hasta que en la vuelta 17 de las 27 programadas para la carrera llegó el momento de debilidad. Bagnaia, que pareció con intención incluso de intimidar a Martín, comenzó a descolgarse, lo que aprovechó Bezzecchi para alzarse en segunda posición. Pero ya entonces Martín había hecho mella. “Sabía que sería duro y ha sido así. En cuanto he visto un poco de hueco he tirado todo lo que podía”, explicó el de San Sebastián de los Reyes, que soltó lastre y se fue a por la victoria sin competencia. “Ha sido un gran golpe sobre la mesa, así que estoy contento”, celebró tras iluminar sus opciones de coronarse en la categoría reina con su segunda conquista dominical de la temporada.

Pedrosa, en la pelea por el podio

Pedrosa, a por el podio Por detrás, Brad Binder trataba de engancharse al trío de cabeza, pero perdió el control de su KTM y se fue al suelo, despejando el camino al sorprendente Dani Pedrosa, que a falta de unas pocas vueltas para el final llegó a colocarse en el rebufo de Bagnaia para tratar de disputar el tercer peldaño del podio. El catalán ha ofrecido un nivel impresionante a sus 37 años, con ritmos inusuales para un piloto de pruebas que ejerció como piloto invitado. Al igual que el sábado, rubricó una meritoria cuarta posición, clasificando como la primera moto KTM, marca que vio caer a Binder y también a Jack Miller. “No me he divertido mucho y nunca antes un cuarto me había sabido tan bien”, declaró.

Pedrosa también tuvo que responder a una pregunta lógica: ¿Con ese nivel, se plantea volver? “Cada cosa tiene su época, yo ya tuve la mía y hay cantera que viene. Disfruto cada vez las motos desde fuera y aunque me lo he pasado muy bien tanto en Jerez como aquí en Misano, te puedo decir que estoy contento como estoy”, respondió. Es curioso, porque con solo dos pruebas disputadas tiene más puntos que Marc Márquez y aparece a solo 3 del piloto mejor clasificado de Honda, Takaaki Nakagami. “Que aparezca Dani y haga eso no significa que el nivel de la parrilla sea bajo, es que Dani es muy especial”, reflexionó Aleix Espargaró, vencedor de la carrera anterior.

Pedrosa llegó a estar a medio segundo del podio de Bagnaia, que finalizó la carrera extasiado, pero con la sensación de haber salvado los muebles. Hace solo una semana de su espeluznante accidente, la tercera plaza minimizó los daños ocasionados por un gran Martín. “Estoy destruido, pero satisfecho. No ha sido un resultado fácil teniendo en cuenta la situación”, comentó el italiano, que tendrá dos semanas de margen para seguir recuperándose a las puertas de la larga gira asiática que dará comienzo con el Gran Premio de India.

Maverick Viñales finalizó en quinto lugar, alejado de la pugna por la victoria pese a que en la cita previa disputó el triunfo a Aleix Espargaró para dar a Aprilia el primer doblete de su historia. Aleix también dio un bajón competitivo; acabó duodécimo, aunque en su caso, sufrió un traumatismo cervical por una caída en los entrenamientos.

Marc Márquez, mientras, fue superado en las últimas curvas por Miguel Oliveira para finalizar en la séptima posición. “Me he desfondado. Es extraño decirlo, porque he hecho séptimo, pero he hecho la carrera perfecta”, describió, muy distanciado de su ambición, aferrado a la incertidumbre sobre qué depararán los test de esta semana, en los que probará una Honda nueva apelando a la necesidad de un cambio para continuar corriendo con la marca japonesa. “Ya no valen las palabras, solo valen los hechos. Tiene que haber hechos para seguir en Honda”, alertó ante los micrófonos de DAZN. La puerta de salida hacia Ducati está abierta. La posibilidad de correr junto a su hermano en el equipo Gresini es real.