En el establecimiento, ubicado en Zurbaranbarri, al que sus propios vecinos califican como "un barrio obrero", se han despachado diez décimos del premio más importante del sorteo. "Se ha vendido en ventanilla y me imagino que estará muy repartido", explica la lotera, echa un manojo de nervios, en medio de una expectación mediática pocas veces vista en la zona. Nadie habla de otra cosa en Iturriondo Plaza, donde todos especulaban sobre los agraciados que no hicieron acto de presencia.
"Nunca había repartido un premio así", asevera Mónica Cejudo con la voz quebrada, visiblemente emocionada porque el premio, además, ha caído "en un barrio obrero que se lo merece". La lotera reconoce que aunque comercios y bares hayan permanecido cerrados varios meses "la venta ha sido similar a la del año anterior", ya que "con el empujón del último mes se ha notado algo de mejoría".
"Esta mañana, cuando ha venido a desayunar, le he dicho: Te habrás puesto guapa que hoy das el Gordo y sales en la tele", revela la hostelera, casi sin creerse su propia premonición. Mientras, en las mesas de la terraza de su establecimiento los clientes bromean sobre a quién ha podido tocarle el Gordo. "No creo que vaya a salir ningún vecino al que le haya tocado", apunta Mónica Calvo, quien añade: "Estamos muy contentos por ella, se lo merecía", en referencia a su tocaya.
Uno de los quintos premios, el 55.483, ha dejado también 7,2 millones de euros en la localidad vizcaina de Berriz.
Además, este número se ha vendido en dos bares de Bilbao. En el bar Marian del bilbaino barrio de San Adrián han sido vendidos un total de 3.900.000 euros.
Ha sido un premio muy repartido entre los clientes, amigos y vecinos y un gran premio para el año duro que está viviendo la hostelería.
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