Virginia Díaz (Astillero, 1991) apostó fuerte para estar en los Juegos de Tokio. La remera de Basque Team, afincada en Getxo, estaba acostumbrada a competir en individual, pero para poder debutar en la cita olímpica decidió cambiar de modalidad. Se centró en el dos sin timonel, donde compite con Aina Cid, y las cosas no pudieron salirle mejor. Tres medallas de Europa consecutivas -oro en 2019, plata en 2020 y bronce en 2021- son el bagaje de una pareja que, aunque novel, aspira a dar la sorpresa.

¿Qué objetivos llevan?

-Estamos muy contentas por cómo estamos yendo, así que nuestras expectativas son estar en la final y una vez allí pelear por todo. Pero el objetivo es ir poco a poco, pasando las clasificatorias porque son muy importantes. Este año hemos visto que estamos muchos botes en pocos segundos entonces hay que concentrarse mucho en las clasificatorias para ganarnos un puesto en la final. Y ya, allí, ir a por todas.

El buen ciclo olímpico, con tres medallas continentales, ¿le invita a soñar?

-Siempre tenemos los pies en el suelo porque cada competición es diferente y te pone en tu lugar, pero competir a nivel europeo nos hace soñar con que podemos ser capaces de algo más. Nos alimenta para seguir trabajando y soñando, para tener grandes objetivos de cara a los Juegos.

Será tu debut olímpico, ¿qué supone para usted estar en unos Juegos?

-Pues mucha ilusión por el año extra que supuso el posponerlos y por todos los años de trabajo que significa estar en los Juegos. Hay temporadas que te salen mejor y otras peor, pero el hecho de poder estar en la máxima competición para un deportista, como son los Juegos, es todo un orgullo. Es un orgullo ver lo que puedo lograr con mi trabajo y con el trabajo de todo el equipo que me rodea.

Cambió de modalidad individual a la de dos sin timonel para estar en Tokio. Imagino que visto los resultados, no se arrepiente.

-Son disciplinas totalmente diferentes. Tanto las competiciones como los entrenamientos se viven de forma diferente. En esta modalidad tenemos más posibilidades de ir a los Juegos que en individual porque en individual hay mucho nivel, en cada país hay una gran deportista. Aina y yo sabemos que no somos las más fuertes físicamente, pero somos un bote muy técnico, lo que hace que nuestras posibilidades aumenten. Así que no me arrepiento de haber vivido las medallas, ni los resultados, ni estar en los Juegos. Es lo que me hace seguir trabajando.

Para ser una combinación nueva, Aina y a usted han conseguido muy buenos resultados.

-Sí, los resultados que hemos obtenido están muy bien. Pero también somos dos personas muy trabajadoras. Al comienzo era necesario tiempo para conseguir la compenetración necesaria, estamos muy concienciadas de que es la técnica la que nos va a dar más velocidad.

Si dice que necesitaban tiempo, el aplazamiento no les vino del todo mal.

-Eso es, cuando saltó la noticia de que se aplazaban los Juegos nos chocó un poco, como a todos imagino. Pero nos adapamos. Nosotras sabemos que el año pasado no estábamos mal, pero aún nos faltaba algo más de tiempo porque llevábamos poco para una embarcación que va a competir en los Juegos. Entonces un año más supone más kilómetros, más trabajo, más horas... Y ahora estamos mucho mejor, las velocidades que tenemos son mucho más estables.