Cuando una pareja toma la decisión de tener un hijo cambia sus vidas por completo. Aun así, y es aquí donde queremos hacer hincapié en que cambia totalmente pero no desde el momento en que nace el bebé sino desde el instante que saben o son conscientes que van a tenerlo. En este caso vamos a analizar la preparación que tienen que hacer las familias que en el momento de tener un descendiente tienen una mascota, sea cual sea. En nuestro caso y teniendo de ejemplo a los protagonistas de este número de IN, Iñaki Celaya y Marina Otazu, que tienen un pitbull llamado Bully y una niña de dos años llamada África, analizaremos qué pasos hay que seguir con tu perro previo a que llegue el bebé a casa. Este punto es muy importante, ya que muchas veces pensamos que los pasos a dar hay que realizarlos una vez llegué a casa el bebé. Tal y como indican los expertos hay que preparar al perro a que pronto no será el que reciba todo el cariño, el que pueda jugar con todos los juguetes o, en definitiva, hay que acostumbrarle a que en unos meses toda la atención la recibirá el bebé. En el caso de nuestro protagonistas navarros así lo hicieron y nunca han tenido ningún problema de adaptación tanto de Bully con África.

Antes de explicar los puntos que hay que seguir previo a la llegada de un bebé a un hogar donde hay un perro tenemos que hacer hincapié en que tanto un animal como un bebé pueden convivir perfectamente. Se han dado casos que en el momento de que se toma la decisión de tener un hijo al mismo tiempo se ha creído que lo mejor es desprenderse del animal. Esto es gravísimo, ya que el animal solo necesita de una adaptación a lo que está por venir. Es normal que el animal, en nuestro caso el perro, sufra cierto estrés que manifieste con acciones como por ejemplo, lamerse de una determinada manera que previamente no hacía. Sin duda esto puede ser un síntoma de que algo no va bien. Hay que tener en cuenta de que no pueden hablar y por tanto, la manera que tienen de expresarse es mediante acciones de este tipo.

A continuación explicaremos algunas recomendaciones que pueden servir en la preparación de un perro para la llegada de un bebé a casa.

1. Aunque pueda parecer una locura es bueno pasear con el carrito del bebé antes de tenerlo. Dar paseos de esta forma con el perro controlado a tu lado hará ver al animal que tú eres la que manda y controla al bebé. Los animales tienen un sentimiento de protección y a nada que sientan que el bebé llora tratarán de calmarlo. ¿Cómo se puede hacer esto? Es tan fácil como salir a pasear con el carrito y el perro a tu lado pero con un reproductor que simule lloros en el interior del carrito. De esta manera, durante los paseos el perro intentará al principio ayudar pero con el tiempo comprenderá que tú eres la encargada de ese bebé.

2. En segundo punto trataremos un tema delicado y es que vamos a hablar de los juguetes. Hasta el momento que llega un bebé todos los juguetes son para el perro, éste lo sabe y le da igual cuál pero muerde todos. Cuando llega un bebé a casa hay que trabajar previamente que los juguetes que hay no son suyos y hay que trabajar con él cuáles sí puede coger o qué otros juguete no podrá coger, aunque previamente los haya utilizado. Este punto es muy importante, ya que si lo trabajamos bien nos evitaremos algún que otro susto cuando tengamos al bebé en casa.

3. Otro de los puntos importantes que hay que trabajar es el olor del bebé. Sí, los perros huelen todo y así logran identificar a alguien conocido del que no lo es. Para esto hay un sistema muy bueno y es coger el gorro que ponen a los bebés nada más nacer, así como un pañal. ¿Y qué hacer con ambas cosas? Pues es muy sencillo, la noche anterior a que el bebé llegue a casa pondremos el gorro y el pañal al lado de la cama del perro. Así, dormirá junto a ambas cosas y lograremos que se familiarice con el olor. De esta manera, en el momento que llegue a casa el bebé no sentirá que hay algo raro en casa o evitaremos que sufra cierto estrés. Al hacerlo puede llegar a pasar, como les sucedió a los protagonistas de este número de IN, que cuando llegue el bebé a casa el perro esté tan acostumbrado que no le haga ni caso.

4. Otro punto muy importante es que en la preparación a la llegada de un bebé no podemos alterar la rutina que hasta ese momento tenía el animal. Así que, si hasta ese momento le sacábamos a una hora o le dábamos de comer a otro tendremos que seguir manteniéndolo a raja tabla, ya que de no hacerlo el animal se alterara y tendrá estrés.

5. No hay porque explicar en exceso que la atención desde el momento que llegue a casa el bebé será para él. Aun así, es muy importante que el perro no sienta que ha perdido toda la atención que tenía previamente. Para solucionar este posible problema tenemos que aprovechar los momentos en los que el bebé duerme. Tenemos que darnos cuenta de que son nuestra responsabilidad y merecen el mismo cariño.

6. Por último, es importante que el perro entienda que hay límites que no puede pasar con el bebé. Por ejemplo, tendrás que enseñarle que no entre a la habitación si el bebé está gateando o durmiendo. Tendrá que entenderlo y no te preocupes en exceso, ya que si hasta ese momento el perro te obedecía lo hará, aunque le cueste adaptarse al cambio que está viviendo. Pasados los tres primeros meses tendrás que presentarlos y verás como se harán inseparables. No tendrás mejor cuidador.