El ex futbolista y periodista deportivo Carlos Matallanas ya no está con nosotros, pero tenemos la inmensa fortuna de que quiso compartir la filosofía que siguió en su vida. De esta forma, nos deja como imperecedero legado, más allá de sus triunfos deportivos, un emocionante ensayo, titulado 'La vida es un juego', donde compara la vida con el fútbol construyendo una especie de estrategia para disfrutar del partido más importante de todos, el de la vida. Matallanas perdió el partido que todos sabemos que algún día nos tocará perder, el de la vida. Sin embargo, a pesar de haberse ido de forma prematura el pasado mes de marzo, con 39 años, disfrutó de la vida al máximo.

Ya avanzada su enfermedad, que lo inmovilizó en una cama, escribió estas líneas con las pupilas, mediante un ordenador, Un legado para las nuevas generaciones dedicado a sus sobrinos, Mario y Blanca, pero también a todo aquel que lo quiera leer, porque, "siempre habrá un niño mirándote al que le debes dar el mejor de los testigos: tu ejemplo", advierte.

Y es que el fútbol dio sentido a su vida, incluso para enfrentarse a la ELA. Por eso, en estas páginas nos transmite su amor por el deporte, pero además, utiliza éste como excusa para filosofar sobre valores como la perseverancia, la empatía, el respeto, la solidaridad o la resiliencia. Por todo eso, para Patxi Puñal, el protagonista de este número de IN, es "una lectura imprescindible para cualquier persona, más allá de que te guste o no el fútbol, te enseña a disfrutar del día a día", subraya.

'La vida es un juego' está estructurado en su forma como si de un manual de fútbol se tratara, pero en el fondo habla sobre la importancia de tener una pasión en la vida. Y es que, asegura Matallanas, "las reglas de la vida son como las del juego: se aprenden con la práctica y forjan el carácter". Así, ve la vida como un juego y el fútbol como metáfora de la existencia.

Ya en su epílogo avanza su deseo de abordar "lo único que sé de verdad, la única disciplina que me llevó al eureka, donde encontré alguna respuesta crucial, que me hizo ser consciente de que algo, mucho o poco, había comprendido de este tinglado absurdo que llamamos vida".

VISIBILIZACIÓN DE LA ELA

Nacido en Carabanchel, el exfutbolista se formó en el equipo de su barrio y posteriormente jugó en equipos como Alcobendas, Santa Ana, Parque Europa, Fortuna, Puerta Bonita, Rayo Majadahonda, Pozuelo o Moscardó, antes de dar el salto al Racing Portuense y la UD Roteña. Después pasó por varios equipos de Cádiz, donde residió sus últimos años.

Fue en el verano de 2013, cuando Matallanas empezó a sufrir los primeros síntomas de la ELA, enfermedad que no le diagnosticaron hasta un año después. En ese momento decidió dejarlo todo para centrarse en su enfermedad. Se retiró del fútbol y dejó los estudios de entrenador que había iniciado poco antes y se convirtió en referente y luchador contra la ELA, contribuyendo a la visibilización de esta enfermedad. Por ello, comenzó a redactar artículos hablando con naturalidad sobre cómo es el día a día con esta enfermedad y qué dificultades se encontraba en el camino. Estos artículos, publicados en El Confidencial, serían recopilados más adelante en el libro 'Mi batalla contra la ELA'. También comenzó a publicar unos artículos de opinión sobre fútbol en el diario As y creó su blog "Silencio, se juega".

En 2015 recibió la medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo de manos del presidente del CSD, Miguel Cardenal, por su lucha contra esta enfermedad apoyándose en los valores del deporte.? En 2018, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) creó el Premio Carlos Matallanas de novela breve, reuniendo en dicho galardón sus dos pasiones: el fútbol y las letras. A finales de 2014, Matallanas se despidió de excompañeros y amigos con un partido amistoso en el estadio Fernando Torres de Fuenlababrada, a través del cual recaudó fondos para FUNDELA, organización que lucha por la investigación de esta enfermedad degenerativa que a día de hoy no tiene cura.