La popular creadora de contenidos La Ordenatriz, conocida por compartir consejos prácticos de limpieza y mantenimiento del hogar, ha explicado en uno de sus últimos vídeos cómo renovar la silicona de la ducha de forma fácil y rápida. Sin necesidad de experiencia en bricolaje ni herramientas especializadas, el método consigue un resultado limpio y duradero con materiales que cualquiera tiene en casa.
Paso a paso
El proceso comienza retirando la silicona antigua con la ayuda de un cúter, una tarea que conviene hacer con cuidado para no dañar el plato de ducha ni las juntas. Después, La Ordenatriz recomienda limpiar los restos con alcohol y un estropajo, asegurándose de que la superficie quede completamente limpia y seca antes de aplicar el nuevo sellado.
El siguiente paso es clave: colocar cinta de pintor en la base del plato y en la pared, dejando un pequeño hueco que será donde se aplicará la nueva silicona. Esta cinta sirve para evitar manchas y lograr un borde uniforme, especialmente útil para quienes no tienen práctica.
El truco de la tarjeta
La creadora revela un truco muy simple pero efectivo: cortar una esquina de una tarjeta de plástico (como una vieja tarjeta de crédito) para usarla como herramienta de acabado. Al pasarla suavemente por encima de la junta, se arrastra el exceso de silicona y se forma un cordón limpio, continuo y perfecto.
“No me ha quedado como un profesional, pero ha quedado bastante decente”, comenta La Ordenatriz al mostrar el resultado final, que demuestra que con un poco de paciencia se puede conseguir un acabado impecable incluso sin experiencia.
Cambiar la silicona del baño es una tarea sencilla que mejora la apariencia y la higiene del espacio, evitando filtraciones de agua y la aparición de moho. Este tipo de mantenimiento periódico alarga la vida de la ducha y mantiene los bordes siempre como nuevos.
El problema de la silicona
Uno de los problemas más comunes en los baños es que la silicona se deteriora con el tiempo, perdiendo su aspecto original y su función de sellado. La causa suele estar en la humedad constante, los restos de jabón y la acumulación de moho, que van debilitando el material. También influye la mala aplicación inicial: si no se limpia bien la superficie antes de colocarla o no se deja secar completamente, la silicona no se adhiere correctamente y se despega con facilidad. Además, aplicar demasiada cantidad o no alisar bien el cordón puede dejar huecos por donde el agua se filtra, favoreciendo la aparición de manchas negras y mal olor.
Por eso, mantener la junta en buen estado o sustituirla a tiempo no solo mejora la estética del baño, sino que evita filtraciones, humedades y reparaciones costosas a largo plazo.