Las bayetas son un elemento imprescindible en la limpieza del hogar. Podemos encontrarlas de distintos tipos (de algodón, multiusos, para limpiar cristales, para el polvo, etc), pero hay uno que destaca por su rendimiento y versatilidad: se trata de las bayetas de microfibra.
Estas bayetas, muy presentes en los hogares, están compuestas por unas fibras muy finas que resultan muy eficaces a la hora de capturar la suciedad, el polvo y los gérmenes. Tienen también una gran capacidad de absorción y son capaces de limpiar sin dejar residuos ni rayas.
Sin embargo, el uso adecuado de las bayetas no depende solo del tipo de tejido ni de su calidad, sino también de la forma en la que las utilizamos. Y es aquí donde entra en juego el código de colores, una especie de protocolo creado en el sector de la limpieza para evitar la contaminación cruzada y garantizar una higiene óptima. Su objetivo: evitar confusiones y garantizar que todos los espacios se limpien de forma correcta.
Por qué son importantes los colores
Como ya hemos visto, el código de colores en las bayetas no es solo una cuestión estética ni están elegidos al azar, sino que cada uno de ellos tiene una función específica y permite diferenciar claramente unos de otros. De esta forma, por ejemplo, podemos evitar utilizar una bayeta para el baño en la cocina, lo que podría transferir bacterias de una zona a otra.
A continuación, vamos a analizar el uso que se atribuye a algunos de los colores más comunes en los paños de microfibra: rojo, verde, azul y amarillo.
1- Rojo: áreas de alto riesgo
El rojo se asocia con seguridad y precaución, por lo que las bayetas rojas están diseñadas específicamente para zonas con muchas bacterias como baños, inodoros, y lavabos. Su uso debe restringirse a ellas para evitar la propagación de los gérmenes a otras partes del hogar.
2- Verde: cocinas y áreas de preparación de alimentos
El color verde se asigna para la limpieza de superficies donde se manipulan alimentos, como encimeras, fregaderos y electrodomésticos. Usar la bayeta verde para la cocina ayuda a prevenir la contaminación cruzada entre dichas superficies y otras áreas.
3- Azul: limpieza general
El color azul está destinado a áreas donde la carga bacteriana es baja, como escritorios, mesas, muebles, estanterías y otros lugares no relacionados con alimentos o baños. Son las bayetas más versátiles y se utilizan para limpiar el polvo, superficies generales y cristales.
4- Amarillo: zonas de baja carga bacteriana
El amarillo se utiliza en áreas como azulejos, grifos y lavabos. Son zonas que requieren una limpieza frecuente pero con un menor riesgo de contaminación, ya que no están en contacto directo con desechos o residuos de alta carga bacteriana.
Consejos para un buen uso
- Limpa las bayetas de microfibra después de cada uso, sobre todo si las has utilizado en áreas de alto riesgo para prolongar su vida útil y evitar la proliferación de bacterias.
- No uses suavizante, ya que puede reducir su capacidad de absorción.
- Sécalas al aire libre porque así mantendrás sus fibras intactas; nunca lo hagas en secadora o sobre superficies calientes.
- Asigna una bayeta a cada zona para evitar el riesgo de contaminación cruzada y guárdalas separadas en lugares específicos.
Ya lo ves, la próxima vez que compres un pack de bayetas de microfibra de diferentes colores sabrás que no se trata de un capricho del fabricante, ni de su empeño por satisfacer los peculiares gustos de los consumidores, sino que esa distinción tiene una misión y no es otra que la de garantizar una limpieza más segura y una mayor higiene en casa.
 
        
     
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