La experta en limpieza @la_ordenatriz ha compartido en redes varios trucos sencillos y eficaces para acabar con los restos más difíciles desde maquillaje hasta cera sin estropear la ropa, los muebles ni las paredes.
Después de una noche de disfraces, es habitual que la ropa acabe marcada con maquillaje, pintura o sangre falsa. La solución, según @la_ordenatriz, es tan simple como eficaz: “Echa agua micelar directamente sobre la mancha y frota suavemente antes de meter la prenda en la lavadora”. Este producto, habitual en la rutina de desmaquillamiento facial, actúa como un desmaquillante suave que disuelve pigmentos sin dañar los tejidos. Es ideal para eliminar restos de base, sombra o lápiz negro, incluso en telas delicadas.
Cómo limpiar las paredes y las puertas
Otra víctima frecuente de Halloween son las superficies del hogar. Los adornos de gel o pegatinas decorativas pueden dejar restos en las paredes, especialmente si están pintadas. En esos casos, la especialista recomienda usar Cebralina, un limpiador específico para eliminar manchas sin levantar la pintura.
Si el problema aparece en una puerta o superficie lacada, lo mejor es recurrir a la piedra blanca, un producto natural a base de arcilla con poder desengrasante. “Frota con un paño húmedo y verás cómo se eliminan los restos sin dañar la superficie”, aconseja la experta.
El truco definitivo contra la cera de vela
Las velas son otro clásico de la decoración de Halloween, pero también una fuente habitual de manchas. Si han caído gotas de cera sobre el mantel o la ropa, @la_ordenatriz propone un remedio casero infalible: “Sumerge la prenda en agua caliente y deja que se enfríe; la cera se endurece y se desprende con facilidad”. En caso de que queden restos, puede colocarse un papel de cocina sobre la mancha y pasar una plancha tibia para que absorba el excedente.
Cada año, miles de hogares celebran Halloween con disfraces, caramelos y decoraciones caseras, pero también con una avalancha de manchas y dudas sobre cómo limpiar los rastros que deja la fiesta. Desde ropa con pintura hasta suelos pegajosos o paredes marcadas, es, según ella misma, una de las fechas que más preguntas genera entre los seguidores de la experta.
La buena noticia es que, con estos trucos sencillos, ninguna mancha tiene por qué durar más que la noche de Halloween. Un poco de agua micelar, piedra blanca o Cebralina bastan para devolver a casa y ropa su aspecto original.
El origen de Halloween
El origen de Halloween se remonta a hace más de 2.000 años, en la antigua festividad celta de Samhain, celebrada el 31 de octubre para marcar el final de la cosecha y el inicio del invierno. Según las creencias celtas, esa noche el mundo de los vivos y el de los muertos se unían, y los espíritus podían cruzar al plano terrenal. Para ahuyentarlos, se encendían hogueras y se usaban máscaras o disfraces, una costumbre que siglos después evolucionó en la tradición moderna. Con la llegada del cristianismo, la Iglesia adaptó la fecha como la Víspera de Todos los Santos, de donde deriva el nombre Halloween. La fiesta viajó a Estados Unidos con los inmigrantes irlandeses en el siglo XIX, y allí se transformó en la celebración popular que conocemos hoy: una mezcla de leyendas, disfraces, calabazas y la famosa costumbre del truco o trato.
 
        
     
                                             
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