Cuando el día a día te pasa por encima, lo último que te apetece es ponerte a limpiar la casa. Sin embargo, dejar que el desorden y la suciedad se apoderen de tu espacio, lo único que hará es aumentar tu nivel de estrés

La buena noticia es que para mantener la casa presentable no hace falta dedicarle horas y horas o por lo menos eso es lo que asegura la experta en limpieza Alicia Martínez (@ali_deco_home). Nos propone transformar nuestro hogar dedicándole solo una hora; no se trata de dejarlo perfecto, sino de enfocarse en lo importante y hacerlo de una forma eficiente.

Un temporizador, la clave

Su método consiste en establecer, con la ayuda de un temporizador, un tiempo concreto de limpieza para cada estancia. Esta estrategia no solo mejora la productividad, sino que activa tu mente y evita que te disperses. Al marcar el tiempo exacto que le dedica a cada parte de la casa, Alicia consigue estar centrada y avanzar en su tarea sin complicaciones.

Temporizador con forma de manzana.

Salón, 20 minutos

El salón es su primer objetivo y también al que más tiempo le dedica: 20 minutos. En ese tiempo, recoge todo lo que esté fuera de sitio, pasa la aspiradora y la fregona por el suelo, limpia muebles, estanterías y da un repaso general a las superficies. Aquí, lo más importante para ella es llegar a todos los rincones, porque un buen repaso en esta estancia cambia completamente la sensación del hogar.

Cocina, 15 minutos

Luego pasa a la cocina, donde emplea 15 minutos. Lo primero es despejar la encimera, colocar todo en su sitio, la vajilla sucia en el lavaplatos y limpiar bien el fregadero. Después, se centra en las superficies: encimeras, frentes de armarios y electrodomésticos. Recomienda también desinfectar las zonas que más tocamos, como los pomos, interruptores y tiradores. También incluye un repaso al suelo, especialmente si se ha cocinado ese día.

Un hombre limpia la cocina mientras escucha música.

Baño, 15 minutos

A continuación, dedica otros 15 minutos al baño. Para optimizar el tiempo, tiene un truco muy práctico: humedecer un paquete de toallitas de bebé con desinfectante. Así puede limpiar rápidamente el lavabo, el inodoro, la encimera y hasta los grifos sin tener que andar aclarando bayetas entre una superficie y otra. El espejo también entra en este repaso rápido. Todo quedará limpio, desinfectado y con buen aspecto en solo un cuarto de hora.

Dormitorios, 10 minutos

Los últimos 10 minutos los destina a los dormitorios: hacer camas y recoger las cosas que haya fuera de sitio. Si hay ropa tendida, se recoge y se da también un repaso a los suelos en general, incluido el pasillo, para dar una sensación general de limpieza y orden. Aquí la aspiradora o la fregona hacen su trabajo, pero siempre con un producto adecuado para cada tipo de superficie.

Orden diario y productos a mano

Alicia insiste en que el objetivo no es hacer una limpieza profunda, sino lograr que la casa presente visualmente un aspecto limpio y agradable. Y para que este método funcione, es importante mantener cierto orden en el día a día. Recoger las cosas después de utilizarlas, no dejar que se acumule vasija sucia o ropa fuera de lugar y, si se puede, repartir las tareas entre los miembros del hogar.

Y para que no nos cueste ponernos a limpiar, es importante tener los productos a mano y no en lugares poco accesibles. Un limpiador multiusos, toallitas desinfectantes, bayetas de microfibra, aspiradora y fregona suelen ser más que suficientes para esta rutina. Además, ponerte música animada mientras limpias puede ayudarte a hacerlo con más brío y a disfrutar incluso de una tarea tan poco apetecible como es limpiar.

Ya lo ves, la limpieza no tiene que ser una carga si se hace con cabeza. En solo una hora, puedes devolver el orden a tu casa y recuperar esa sensación de bienestar que solo un hogar limpio puede transmitir.