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Consejos para proteger tus muebles del sol en verano

Durante el verano, los muebles se ven expuestos a una intensa radiación solar y a temperaturas elevadas que pueden acelerar su deterioro

Consejos para proteger tus muebles del sol en veranorawpixel.com / Teddy

El impacto directo del sol degrada los barnices, reseca los materiales y provoca la pérdida de color en maderas, tejidos y plásticos. Aunque los muebles de exterior están diseñados para ser más resistentes, ni ellos ni los de interior son completamente inmunes a los efectos del sol. Por eso, es muy importante aprender a cómo cuidar nuestros muebles durante los meses más soleados del año. Estos efectos negativos no solo disminuyen la estética del mobiliario, sino también su durabilidad y funcionalidad.

Elegante tumbona de madera ideal para cualquier jardín o patio en verano.

Muebles de exterior

Los muebles de jardines, terrazas o balcones son los más expuestos y los más proclives a ser dañados por el sol. La medida más eficaz y a la vez obvia es reducir la exposición directa al sol mediante sombras. Es decir, con toldos, pérgolas, sombrillas o velas tensadas. Así, además de proteger los muebles de los rayos UV, también haremos que la temperatura se mantenga más estable y que los compuestos de los muebles no pierdan funcionalidad.

El mantenimiento mediante los productos adecuados (aceites o barnices si se trata de madera) puede ser clave. Estos recubrimientos crean una barrera contra el sol y ayudan a conservar la condición natural del material.

Cuando durante los meses fríos del año no se usen, lo más recomendable es guardar los muebles en el interior de la casa

Cuidados dentro del hogar

En casa, los muebles que están cerca de ventanas o balcones también sufren las consecuencias del sol. La exposición constante a luz directa provoca decoloración en sofás, mesas, estanterías o sillas especialmente si son fabricados con madera natural o tapizados.

Para evitarlo, se recomienda utilizar cortinas o persianas durante las horas de mayor incidencia solar. Otras opciones son los tejidos con filtro UV o las cortinas de tipo screen, que permiten la entrada de luz pero bloquean gran parte de la radiación dañina. También se pueden instalar láminas solares adhesivas en los cristales.

Mano de un hombre que aparta ligeramente las cortinas para ver la calle a través de la ventana.

Además, para proteger sofás tapizados de tela, existen sprays con filtro UV específicos para tejidos que forman una película invisible contra el sol y sus efectos. En el caso de sofás de cuero o polipiel, se pueden usar productos específicamente creados para la protección del cuero, que vienen habitualmente en formato de aceite o crema.

Inversiones a largo plazo

A la hora de elegir mobiliario, tanto para interior como exterior, conviene tener en cuenta los materiales más resistentes al deterioro solar. La madera de teca, el aluminio, las resinas sintéticas y tejidos como el textileno o el acrílico ofrecen mejor comportamiento frente al sol y pueden ser una opción para quienes estén hartos de que se les estropeen los muebles.

Mediante la combinación de sombra, protección y limpieza es posible evitar el desgaste prematuro y mantener los espacios exteriores e interiores en buenas condiciones durante todo el verano.

Una época exigente

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A diferencia de otras estaciones en las que se pueden cubrir o almacenar sin apenas uso, en verano estos muebles están descubiertos a diario. Por eso es fundamental mantener una rutina constante de protección, aunque se trate de periodos cortos de exposición. La radiación solar, acumulada día tras día, provoca pérdida de color, deformaciones, grietas y un desgaste prematuro que puede evitarse con acciones sencillas.

Es importante también estar atento a los momentos en los que los muebles están desatendidos: después de una comida o por la noche, cuando ya no se usan, conviene cubrirlos o reubicarlos bajo sombra. Si bien los materiales más modernos como la resina trenzada o las maderas tropicales resisten mejor, ningún mueble está diseñado para una exposición solar continua sin algún tipo de cuidado.