La freidora de aire es un pequeño electrodoméstico que se ha hecho muy popular en los últimos tiempos. Entre sus principales atractivos destacan que es una herramienta de cocina muy útil, rápida, versátil, económica, fácil de limpiar y de almacenar.

Freír, asar, hornear, descongelar, deshidratar o mantener calientes los alimentos son algunas de las funciones de la freidora de aire. Sin embargo, si hay algo que la hace muy recomendable es su forma de cocinar los alimentos, con aire caliente y sin aceite. Es sin duda una opción muy saludable y nada desdeñable en estos tiempos en los que el precio del aceite de oliva está por las nubes. 

Los alimentos quedan fritos y con una textura crujiente sin el aporte extra de calorías que proporciona el aceite. Con la freidora de aire podrás disfrutar de unas crujientes patatas fritas, un rico pescado, una sabrosa pizza, huevos fritos, carne asada, repostería...

Alimentos no aptos

Sin embargo, hay una serie de alimentos que no debes meter nunca en ella si quieres tener freidora de aire para tiempo. Estos son: 

1- Queso. Al derretirse, el queso puede introducirse en algún conducto de la freidora y estropearla, dejando manchas muy difíciles de quitar. Además, si el aire desprende la harina que compone este alimento, algunos trozos pueden acabar pegados en la resistencia.

2- Croquetas. Los rebozados crudos necesitan un choque de temperaturas para que la masa se fije y quede crujiente, algo que no se consigue con la freidora de aire.

3- Palomitas. Por las altas temperaturas, los granos de maíz pueden quemarse con facilidad. Además, al aumentar bruscamente de tamaño explotarán y saldrán disparados por el calor, pudiendo dañar el aparato por dentro.

4- Sopas, cremas, caldos y salsas. No debes poner nunca directamente en la cesta de la freidora alimentos líquidos ni guisos que lleven caldo, ya que podrías causarle daños irreversibles. Si se cuela entre las juntas del aparato o se expande por las altas temperaturas podría llegar a componentes eléctricos y causar un cortocircuito. 

Freidora aire cerrada sobre la encimera de una cocina.

5- Verduras crudas. Las verduras que necesitan cocción con agua no tienen cabida en este electrodoméstico. Sin embargo, sí puedes meter verduras congeladas que, al deshidratarse por el calor, en vez de cocidas saldrán crujientes.

6- Pasta, arroz y legumbres. Los alimentos que necesitan agua para su preparación no se pueden cocinar en la freidora de aire.

7- Carnes rojas. Es complicado proporcionarle a la carne roja una cocción al punto en la freidora de aire y lo más probable es que quede seca, con lo que la calidad del producto se verá seriamente afectada.  

8- Alimentos muy grandes. Si metes alimentos de gran tamaño, se harán por fuera pero se quedarán crudos por dentro.

Si tienes la tentación de colocar papel de aluminio en la cesta de la freidora, no lo hagas. El aire podría no circular correctamente y los alimentos no se cocinarían de la forma adecuada. Obtendrás mejores resultados si usas papel de horno perforado. 

Si aún no la tienes y estás pensando en comprarte una freidora de aire, debes tener en cuenta el tamaño. Su capacidad se mide en litros y mientras que la de 1 litro es ideal para una o dos personas, para familias más grandes deberán ser de más de 4 litros. También es importante la potencia: cuanto mayor sea esta, más electricidad consumirá pero cocinará más rápido. 

Ya lo ves, tener o no freidora de aire es una cuestión de gustos y de necesidades. De lo que no hay duda es de que esta forma de cocinar te permitirá disfrutar de una alimentación más sana reduciendo la ingesta de calorías.