Carlos Gurpegi sobre su caso de dopaje: "Fue increíble cómo respondieron..."

El exfutbolista del Athletic ha repasado uno de los episodios más duros de su carrera, el caso de dopaje que marcó su etapa como jugador, y ha puesto palabras a un proceso que, según él mismo explica, fue “un golpe terrible” a nivel personal y familiar.

El origen del caso

Carlos Gurpegi sitúa el origen de todo en el primer partido de Liga de aquella temporada, disputado en Anoeta. “El primer partido de liga de esa temporada es en Anoeta, que perdemos 4-2 y yo meto dos goles”, recuerda. Tras el encuentro, pasó su primer control antidopaje, un trámite que en ese momento no le dio ninguna alarma. “Hacía mucho calor, me costó mear, toda la familia esperándome, mis amigos del pueblo, encima había metido dos goles”, explica.

La situación se alargó más de lo habitual. Gurpegi cuenta que salió del estadio “a las once y pico”, que el autobús ya se había ido y que tuvo que volver en taxi.

La sorpresa llegó meses más tarde, en diciembre. “En el puente de San Francisco me llaman a una reunión con el presidente del club, el entrenador, el médico y yo pienso: ‘¿yo qué he hecho ahora?’”, relata. Allí le comunicaron que había un positivo. Su reacción fue de incredulidad: “Yo ni me acordaba del control”. El impacto fue inmediato: “Fue un golpe terrible para mí, para mi familia”.

Gurpegi insiste en que nunca entendió el origen del positivo. “Yo era la persona más sana, he comido fruta, cosas de la tierra de mi padre, que ha sido agricultor toda la vida”, afirma. Por eso, subraya que “nadie nos explicábamos de dónde podía venir el positivo”.

El proceso, según cuenta “fue una auténtica chapuza”. Y añade que las consecuencias fueron graves: “A todos nos cambió un poco la vida”. Habla de momentos muy complicados, del miedo a hacer una vida normal y de los insultos que tuvo que soportar. “A mí me decían de todo, he tenido que aguantar cosas y me he tenido que ir a casa”.

El apoyo del Athletic

Pese a todo, Gurpegi recalca una idea central: “Yo tenía la conciencia tranquila, sabía que de mí no había salido tomar nada para mejorar mi rendimiento”. Esa certeza, unida al respaldo del club y de su entorno, fue clave. “Con el apoyo del club, de mi familia y de la gente del Athletic, fui tirando”.

Gurpegi subraya que, en plena tormenta por el caso, lo que más le marcó fue el apoyo del Athletic y de la afición: “La verdad que cómo respondió el club, cómo respondió la gente del Athletic, tanto para mi familia como para mí, ha sido increíble”. Explica que siempre ha sentido “esa responsabilidad” o incluso “una deuda” con el conjunto rojiblanco, porque en aquel momento el Athletic podía haberse desentendido y decirle “esto es lo que hay… búscate la vía”, y la gente podía haber pensado que “está manchando un poco lo que es la historia de este club”, pero “fue todo lo contrario”. Por eso, añade que se quedó con la sensación de que debía devolver ese cariño y se lo planteó de una única manera: “¿Cómo se lo devuelvo? Entrenando, entrenando, entrenando, y cuando me toque jugar, estar lo mejor, al mejor nivel, para devolverles todo ese cariño”.

Reconoce que vivió “momentos muy jodidos a nivel mental”, especialmente cuando el equipo jugaba y él se quedaba solo en casa. “Es de los peores recuerdos que tengo”, confiesa. Todo esto le ocurrió con solo 21 años, recién llegado a la élite.

La sanción y el aprendizaje

Durante el proceso judicial, explica que hubo muchas irregularidades. “Las muestras de orina no fueron directamente al laboratorio, pasaron por Valladolid”, relata, y añade que de una misma prueba “sacaron cinco diferentes” resultados. Aun así, no lograron ganar el caso.

El positivo se atribuyó a la 19-norandrosterona, un metabolito de la nandrolona. Gurpegi sostiene que influyeron factores como el calor extremo y la deshidratación, y apunta que “a día de hoy esos niveles ya no serían positivo”.

“Eso me ha hecho ser mentalmente mucho más fuerte”, afirma. Cree que la experiencia le ayudó a madurar, a valorar más la vida y a convertirse en una persona mejor. “Superar cosas que ni yo pensaba que podía ser capaz”.