La influencer María Pombo se ha convertido en protagonista de un debate inesperado tras contestar a un comentario sobre su librería. Una internauta le escribió que tenía en casa una estantería preciosa, pero añadió que sería mejor “si estuviera llena de libros que se han leído”. Ese mensaje, aparentemente inocente, fue el detonante para que Pombo decidiera grabar un vídeo en el que dejó clara su postura: “Hay que empezar a superar que hay gente a la que no le gusta leer y no pasa nada. Y, de verdad, no sois mejores porque os guste leer”.
La respuesta no tardó en hacerse viral y generó un debate sobre los hábitos culturales, la presión social por la lectura y el papel de los influencers como referentes. Para Pombo, lo importante es normalizar que cada persona disfruta de formas distintas de cultura y que eso no establece jerarquías entre unos y otros.
“Todos hemos probado la lectura en algún momento”
En su discurso, María Pombo recordó que la lectura forma parte de la educación de todos, aunque no siempre despierta la misma pasión: “A todos nos han inculcado en algún momento de nuestra vida la lectura en el colegio, en casa. Todos hemos tenido que probar leer un libro. Hay gente que le gusta y gente que no”.
Como ejemplo, habló de sus hermanas: una de ellas es apasionada de los libros, mientras que la otra apenas ha leído en su vida. Ella misma confesó que consume textos y artículos sobre temas que le interesan, pero que no es aficionada a leer novelas de principio a fin: “Yo leo cosas cuando me interesa el tema, pero no me cojo un libro y me leo una historia en mi cama. Y no pasa nada”.
La estantería de la discordia
La influencer también quiso responder a la idea de que su estantería estaba llena de trastos en lugar de libros. Con tono cercano, mostró en cámara los objetos que guarda en ella y defendió que son recuerdos con valor sentimental y piezas de decoración. Entre ellos, regalos de amigos, fotos familiares, flores secas, premios y libros de interiorismo o moda que, aunque no sean novelas, le apasionan por su estética y su contenido visual.
“A mí me encantan los libros de interiorismo y de moda. Me puedo pasar mucho tiempo viendo las fotografías y apreciando el trabajo que hay detrás. No todos los libros son historias que se leen de principio a fin”, explicó. Además, reveló que dedica una balda completa a sus hijos: “Quiero llenarla de libros para inculcarles la lectura, a ver si a ellos sí que les gusta”.
Tras la primera respuesta, María Pombo quiso reforzar su postura con un nuevo vídeo en TikTok en el que ironizó sobre la polémica. “He notado poca comprensión para lo mucho que leéis”, dijo con tono sarcástico, antes de enseñar los libros que tiene en su mesilla de noche.
Con este gesto, la influencer buscó dejar claro que sí lee, aunque no lo haga de la manera tradicional que muchos esperan, y que su mensaje inicial no era un rechazo a la lectura en sí, sino a la idea de que esta sea una medida de superioridad.
