Rober Wido está bien. Es más, está mejor que nunca. También lo está Gorriontxu, su inseparable canario. Así lo ha confesado el creador de contenido de Busturia a este periódico tras haber desaparecido de forma repentina de las redes sociales y haber dejado en vilo a los usuarios de Instagram y X (antes Twitter). Y es que no ha habido una semana desde que cerró su cuenta en la que alguien no haya preguntado sobre él.

Muchas han sido las especulaciones que han circulado por las redes tras haber anunciado que se iba a someter a una operación y no haber publicado ni un solo vídeo después de eso. Pues bien, la cirujía en la que tenían que extirparle parte del hígado a causa de un cáncer fue todo un éxito. Sin embargo, la recuperación se complicó. “Cuando llegué a casa empecé a vomitar sangre y me ingresaron de urgencia. Estuve siete días en coma porque se me paró todo el organismo y cuarenta en el hospital”, relata a DEIA.

Cuando le dieron el alta pesaba 42 kilos, pero ahora, cuenta, ha ganado 25 más tras haber dejado las drogas y el alcohol. “He estado tomando drogas duras toda mi vida. Entre los 80 y los 90 me pinchaba heroína y más tarde empecé a fumarla mezclada con cocaína. Afortunadamente no cogí ni VIH ni nada por el estilo, solo Hepatitis C”, confiesa sobre sus experiencias con los estupefacientes. Además de estas sustancias, el creador de contenido de Busturia ha sido consumidor habitual de marihuana, algo que mostraba con asiduidad en sus vídeos en redes sociales. Sin embargo, desde el 1 de agosto de 2023 asegura no haber vuelto a drogarse.

"Creo que sería un fraude por mi parte volver y no ser el mismo"

“Estoy mentalmente y físicamente en mi mejor momento”, remarca Wido, y asegura que no volverá a aparecer en redes sociales. “Muchos me dicen que por qué no vuelvo a crear contenido para concienciar sobre el peligro de las drogas a la gente joven, pero es algo que no haré jamás”, indica. Y es que, no cree “en los mesías rehabilitados”. “Yo no he visto a Dios ni me he vuelto católico ni nada por el estilo. No me va ese rollo de haber sido un drogadicto toda la vida y de repente ahora empezar a dar consejos a todo el mundo”, afirma. “Creo que sería un fraude por mi parte volver y no ser el mismo de antes. Además, tampoco me apetece”, sentencia.

Aunque no volverá a aparecer en redes sociales, señala que jamás le negará una foto o un saludo a cualquiera de sus seguidores porque le parece algo “muy simpático y cariñoso”. Y al terminar la conversación con este periódico, Rober Wido demuestra que sigue siendo la misma persona que a tantos enamoró a través de sus redes sociales durante años. Un “te deseo un feliz amanecer, que tengas un día majísimo, lleno de vitalidad y de felicidad” cierra la conversación que tantos de sus seguidores esperaban.