La presentadora de televisión Mariló Montero pide 6 años de cárcel y una indemnización de 265.000 euros a dos paparazzi por un delito de revelación de secretos, al haberla fotografiado en topless en la terraza de un hotel de Bora Bora, durante las vacaciones de Semana Santa de 2015.

En la sección tercera de la Audiencia Provincial de Barcelona se ha iniciado esta mañana el juicio contra ambos paparazzi, Diego A. y Gustavo G., a quienes la Fiscalía exculpa de responsabilidad penal porque considera que no hay delito en la conducta de los acusados, sino que en todo caso se les pueden reclamar indemnizaciones por la vía civil.

De hecho, un juzgado de Madrid ya condenó a la sociedad de los paparazzi, Diegus S.L., a indemnizar a la periodista televisiva con 265.000 euros por intromisión ilegítima en su derecho al honor, pero la Audiencia dejó sin efecto la sentencia a la espera de que se resuelva la causa penal abierta en Barcelona.

El juicio

El juicio, que proseguirá con una segunda sesión el próximo mes de enero, ha comenzado este jueves en la Audiencia de Barcelona con las cuestiones previas planteadas por la acusación y las defensas.

Durante las cuestiones previas, la defensa de los paparazzi ha puesto de manifiesto que la acusación particular está volviendo a reclamar una cantidad que el juzgado de primera instancia 35 de Madrid ya les había condenado a pagar, un argumento al cual se ha adherido la Fiscalía.

La sentencia del juzgado de primera instancia de Madrid condenaba a los paparazzi a pagar 265.000 euros a Montero, la misma cantidad que la presentadora solicita como indemnización por la vía penal, y 90.000 euros de esa suma obedecen a las falsas informaciones que supuestamente difundieron sobre la condición sexual de Montero.

La vista contra los paparazzis continuará del 23 al 26 de enero de 2024, después de que el tribunal haya rechazado la petición de nulidad que había planteado la defensa, argumentando que la Audiencia de Barcelona no tiene competencias para enjuiciar estos hechos.

Si bien la querella fue presentada en Madrid y la sede de la empresa de los paparazzis, Diegus S.L. está domiciliada en Marbella, la revista a la que comercializaron dichas fotos, Lecturas, está ubicada en Barcelona.