El tamago sando o sándwich de huevo japonés surgió en Japón como una opción culinaria práctica en la era Showa entre 1926 y 1989. Ideal para trabajadores urbanos, era fácil de llevar y tenía proteínas suficientes para toda la mañana. Fue popularizado por panaderías y se extendió rápidamente a las tiendas de conveniencia en las décadas de 1970 y 1980. Desde entonces es un clásico del desayuno o merienda para muchos japoneses y muchos turistas han acudido al país del sol naciente a probarlo en primera persona.

¿Por qué se ha hecho viral?

En TikTok e Instagram, el tamago sando acumula millones de visualizaciones. Creadores como @ale.hervi han viralizado vídeos mostrando el corte perfecto y la estética minimalista del pan blanco y el relleno cremoso del sandwich.

El contraste entre el pan ultra suave japonés sin corteza y la ensalada de huevo condimentada con mayonesa japonesa (Kewpie) ha convertido este sencillo sándwich en un fenómeno viral gastronómico.

 La receta paso a paso

Para preparar un tamago sando se necesitan dos huevos duros cocidos unos 9 a 10 minutos hasta que las yemas queden ligeramente cremosas. Tras enfriarlos, se pelan y se pican las claras. Las yemas se machacan en un bol y se mezclan con mayonesa japonesa tipo Kewpie (si no se tiene, se puede usar mayonesa normal) junto con una pizca de sal, pimienta, y opcionalmente un toque de azúcar o mostaza y un chorrito de leche para obtener una textura aún más suave. Las versiones de este sándwich han aparecido con mucha fuerza en redes y cada versión del plato tiene un toque personal diferente.

El pan más tradicional es el "shokupan", un pan de leche japonés muy esponjoso que difícilmente podemos conseguir aquí, por lo que se puede usar el pan más tierno que podamos comprar o hornear el pan por nosotros mismos. Las rebanadas se untan levemente con mantequilla, se rellenan con la mezcla y listo, el sándwich está preparado.

El tamago sando es un ejemplo perfecto de cómo un alimento sencillo puede conquistar las redes sociales y nuestro paladar. Desde su origen práctico en el Japón urbano hasta su explosión viral actual, su mezcla de simplicidad, sabor y estética ha convertido este sándwich en un ícono del comfort food japonés.

El amor japonés por los sándwiches

Aunque el arroz es el alimento base de la cocina japonesa, los sándwiches tienen un lugar muy destacado en la vida diaria del país, sobre todo en entornos urbanos. Desde hace décadas, forman parte habitual de la oferta de tiendas de conveniencia, supermercados y estaciones de tren. Su éxito se explica por varios factores: son fáciles de transportar, se pueden comer sin cubiertos y, como es habitual en la cultura japonesa, se cuida con esmero su presentación.

Los más populares son el tamago sando (de huevo), el de ensalada de patata, el de fruta con nata montada y el de tonkatsu (chuleta empanada con salsa). Todos se caracterizan por tener una estética muy cuidada y se mantienen como uno de los productos más vendidos en las principales cadenas de conveniencia del país.