Harinas hay muchas y cada una tiene su particularidad, sus propiedades, su sabor y sus usos especiales. La más habitual es la de trigo, pero cada vez hay más variedades: de cereales como centeno, cebada, espelta, avena, maíz o arroz, de leguminosas como lentejas o garbanzos, etc.  

La aparición de tantas variedades se debe a varios motivos. Por un lado puede ser una cuestión de modas, ya que el pan es uno de los productos que parece haber despertado en los últimos años y hay un gran interés por probar nuevos formatos y sabores. En las panaderías es fácil encontrar una variedad infinita de panes blancos e integrales, con harinas variadas, con semillas, con frutos secos...

Curiosidades sobre la harina:

  • Cómo se obtiene: la harina es un polvo fino que se obtiene de la molienda de diversos ingredientes sólidos como cereales, semillas, frutos secos y legumbres.
  • Origen: se cree que la producción de este ingrediente comenzó en torno al año 6000 a.C. en Oriente Medio.

Y por otro lado, por salud, ya que la calidad de las harinas es un tema que preocupa, sobre todo teniendo en cuenta que el pan forma parte de la base de la alimentación de muchas familias y el auge de nuevas y mejores harinas permite comer de forma más sana. 

Diferentes tipos de harina. S.E.

En busca de harinas de calidad, la agricultura sostenible juega un papel fundamental y hablar de harinas sostenibles es ya una realidad. 

La agricultura sostenible es más respetuosa con el entorno al reducir el uso de fertilizantes nocivos y asegurar las buenas prácticas de cultivo que evitan la erosión del suelo y la trazabilidad del campo a la mesa. “Nace de la necesidad de desarrollar sistemas alternativos de agricultura que sean más acordes con las necesidades de la sociedad actual, que demanda formas de producción menos agresivas para el medio ambiente, y que sean social y económicamente aceptables”, tal y como afirman Sonia Villalva y Joaquín Fuentes-Pila, ingenieros agrónomos, en un estudio publicado por el Ministerio de Agricultura.  

Las cinco variedades más empleadas:

  • Harina de trigo: el trigo es un alimento rico en hidratos de carbono, aunque también contiene proteínas, grasas, minerales como calcio, hierro y magnesio, y vitaminas. Es la harina más usada, tanto en la elaboración de masas dulces como saladas.
  • Harina de trigo integral: es la que resulta de la molienda del grano de trigo entero, lo que le da un color más oscuro y es más rica desde el punto de vista nutricional. 
  • Harina de espelta: es más fácil de digerir que la de trigo por su baja presencia de gluten. Es rica en fibra y posee niveles altos de vitaminas del grupo B y E, además de minerales como magnesio, manganeso, fósforo, hierro, cobre, zinc, selenio o potasio. 
  • Harina de maíz: llama la atención por su intenso color amarillo. No contiene gluten y en cuanto a sus propiedades, es una buena fuente de nutrientes como el calcio, hierro magnesio, potasio y ácido fólico.
  • Harina de centeno: la harina de centeno es una de las más usadas en los países nórdicos. Posee un ligero sabor amargo, y en entre sus nutrientes están el calcio, el sodio, el yodo y el zinc.

Por todo ello, que una harina sea sostenible significa que está libre de pesticidas y químicos dañinos, y que conserva mejor sus nutrientes esenciales.