La Florida muestra un lleno con sus mejores galas
La segunda ronda de Copa transcurrió sin incidentes y la grada local estuvo a la altura
Una hora antes del inicio del partido había mucha gente en los aledaños de La Florida. Ningún problema, como era de esperar. Todo controlado. En las taquillas ‘sold out’ (todo vendido), como en la primera ronda contra el Valladolid, pero en esta ocasión con el doble de aforo. Buena noticia para los jarrilleros. Merecía la pena acondicionar La Florida para la ocasión. Una buena inyección económica. ¿Y si llegara una tercera ronda?
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Por la mente de los jarrilleros había un sueño que no se pudo cumplir. A falta de media hora, cohetes de fiesta. Preparativos. Día de fiesta grande en Portugalete. La Florida buscaba repetir el hito. En las gradas, todos sentados, como reza la norma. En la grada norte doscientos ruidosos babazorros que peleaban por hacerse un hueco frente a la grada local jarrillera. El encuentro comenzó a la hora. Puntualidad inglesa. El temprano gol visitante dio tranquilidad a la grada albiazul que se tomó la eliminatoria como una fiesta. El Portu lo intentaba, pero la grada se había quedado fría. Helada. Esperaba el gol que no llegaba. Sólo el gol anima a las masas. Los babazorros cantaban y bailaban con ritmo argentino. Les servía el resultado. Algo corto, pero les valía. En el descanso, un amago de apagón en los focos puso el grito en el cielo. Nada podía fallar. Y fue solo un amago.
El Portugalete cae ante el Alavés y se despide de la Copa
El olor a bocadillos inundó la grada portugaluja y apagó el frio en la grada. Mediada la segunda parte, cuando más se acercaba el Portu, Alex Pérez recién ingresado en el verde, cayó en el área por la entrada de Protesoni. Penalti o simulación. El árbitro decidió: no hay penalti y tarjeta para el delantero. Los ánimos de la grada jarrillera se encendieron y subió la temperatura, pero en la siguiente jugada llegó el segundo tanto babazorro y se acabó el sueño copero. Vuelta a la realidad. Es un Primera. Sobre la bocina, el tercero de los gasteiztarras, junto a su grada, supuso el éxtasis visitante. La Florida esperó al final. Para premiar a los suyos. Portu, Portu…. había que recompensar a un equipo que había tuteado en el juego, no en el marcador, a un Primera División. Dignidad y entrega.
Día especial para los locales Martín, Lete, Quintana y Urbina por su origen gasteiztarra. Aunque la historia no acabó como hubieran querido. Mal menor, el Alavés sigue adelante. Por los albiazules, Aleñá en el once inicial. Ya conocía La Florida por su pasado verdiblanco. Hace casi seis años visitó la Florida con el Betis también en Copa.