Dos jóvenes socios de la Real Sociedad, menores de 20 años, se exponen a una dura sanción al ser acusados de un delito de odio contra Vinicius por unos hechos ocurridos en el partido de ida de la semifinal de Copa disputado el pasado 27 de febrero en Anoeta. Mediada la primera parte, el jugador del Madrid se acercó al fondo Aitor Zabaleta para defender una jugada a balón parado y en las imágenes de televisión se ve cómo dos aficionados le increpan. Uno de ellos hace un gesto con el que parece emular a un mono y el otro se ve que le insulta, aunque no se escucha lo que dice porque la cámara se encuentra detrás de la otra portería, pero le acusan de decirle: “Hijo de puta, puto mono”, algo que el joven niega.
Desde el primer momento se puso en marcha contra ellos todo un sistema judicial cuanto menos cuestionable y debatible. A nadie se le escapa que si no llega a ser el futbolista del Madrid, con todo el foco mediático que arrastra, probablemente sus gestos y palabras habrían pasado inadvertidas, como tantos otros que se ven y se escuchan en los campos de fútbol cada fin de semana, pero la realidad es que hoy en día hay que tener mucho cuidado y medir bien tu comportamiento en los estadios, ya que el control es total y te puedes meter en el lío de tu vida. Es más, muchos no lo saben, pero en la anterior visita del Madrid en la primera vuelta de la Liga celebrada el 14 de septiembre del año pasado, fueron varias las televisiones que mandaron o contrataron cámaras con la única misión de recoger cánticos vejatorios o racistas contra Vinicius. Lo mejor de todo es que se fueron de vacío, a pesar de que el brasileño marcó el 0-2 y se encaró con la grada familiar. En las semifinales de Copa, el ambiente era y estaba bastante más caliente…
Lo que dice el Código Penal
El artículo 510 del Código Penal tipifica en su primer punto que “serán castigados con una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquel, por motivos racistas, antisemitas, antigitanos u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, aporofobia, enfermedad o discapacidad”. Además, la prensa informó de que Antiviolencia había propuesto una sanción de 4.000 euros para cada uno de los implicados, pero sus abogados no han tenido constancia de ello, al menos hasta ahora.
A algunos les parecerá completamente desproporcionado, pero la realidad es que Vinicius enarbola desde hace tiempo su propia bandera contra el racismo y cuenta con muchos apoyos para perseguir al que cruza la raya. De hecho, cada vez son más los casos que han sido llevados a los juzgados en varios estadios en los que el madridista fue supuestamente vilipendiado como ha sucedido en Valladolid, Barcelona, Madrid con aficionados del Atlético o Valencia.
Lo que se encontraron estos dos socios realistas fue que nada más acabar el partido las imágenes no pararon de emitirse en las televisiones y de ser comentadas en todos los programas deportivos. Eso solo fue el inicio, la Liga de Fútbol Profesional les denunció y se presenta como acusación particular, al igual que el Real Madrid y la propia Real Sociedad que, como era previsible, les ha abierto un expediente disciplinario al ser abonados. Es más, cuando fueron llamados a declarar, también se presentó la Fiscalía que en muchas ocasiones no comparece en estos primeros trámites y fue muy dura en un interrogatorio al que se negaron a responder los acusados, que solo atendieron a las preguntas de sus respectivos abogados así como del juez. El siguiente en declarar será Vinicius, que en principio lo hará en el mes de septiembre después de rechazar varias fechas que le habían propuesto.
Artículo 510
En el artículo 510 del Código Penal se habla de actos que fomentan el odio y que resumimos a continuación:
- El acto de fomentar el odio por motivos de raza, religión, género y orientación sexual, entre otros [pena de prisión de 1 a 4 años y multa de 6 a 12 meses].
- La distribución de material que incite al odio pena de prisión de 1 a 4 años y multa de 6 a 12 meses.
- La negación de delitos graves que promuevan un “clima de violencia, hostilidad, odio o discriminación” [pena de prisión de 1 a 4 años y multa de 6 a 12 meses].
- Ataque contra la dignidad de las personas por motivos discriminatorios [pena de prisión de 6 meses a 2 años y multa de 6 a 12 meses].
- Enaltecimiento o justificación pública de delitos cometidos por motivos discriminatorios [pena de prisión de 6 meses a 2 años y multa de 6 a 12 meses].
Vigilados por cámaras
Lo que es importante es que los aficionados de la Real y del resto de equipos deben tomar conciencia de que ir al fútbol ha cambiado mucho y de que están vigilados por cámaras, tanto de medios de comunicación, como de sistemas de seguridad instalados por la policía, que incluso cuenta con una sala en el estadio desde la que controlan cualquier incidencia hasta el más mínimo detalle. La persona que increpa, que lanza un objeto o que hace gestos despectivos puede ser identificada casi al instante y se expone a sanciones cuantiosas e importantes. No hay que olvidar que la Liga tiene un enviado en el campo que se dedica a recoger minutado cualquier cántico ofensivo que se profese en el estadio.
Más allá de estos dos socios, el mejor ejemplo se ha dado en Europa cuando la Ertzaintza fue reconociendo a los implicados en los incidentes del Benfica y del Anderlecht y les fue deteniendo uno a uno, a dedo, a pesar de que algunos de ellos se habían puesto sudadera o se habían cambiado de ropa para intentar pasar inadvertidos.
Como suele ser habitual, los hinchas txuri-urdin deben saber que no es lo mismo meter la pata en un partido contra un rival cualquiera que ante uno de los grandes cuando cualquier incidencia trasciende sobremanera. Más aún con actos que pueden ser relacionados con racismo, sobre todo con Vinicius, debido a la campaña que comenzó hace mucho tiempo la caverna blanca para limpiar el nombre de la estrella de su equipo y centrar más el foco en supuestos delitos de odio, cuya simple acusación ya es de por sí muy grave por las consecuencias penales que pueden acarrear, que en la evidencia de que se trata de un provocador nato, al que le encanta retar a las gradas y muchas veces incitar así a que los seguidores rivales reaccionen de evitables malas formas.