El Club Esportiu Europa y el Arenas tienen en común ciertos conceptos. Los dos son fundadores de la liga de Primera División, que arrancó en 1929, gracias a una idea que propuso José María Acha, por entonces vicepresidente de la entidad arenera. Los dos han chupado barro hasta que recientemente han consumado sus respectivos ascensos a Primera RFEF. Los dos, además, comparten la misma problemática, quieren seguir jugando en sus recintos, Nou Sardenya y Gobela, que son de hierba artificial cuando en la tercera competición estatal solo se puede competir en hierba natural. Hèctor Ibar, presidente del CE Europa, en conversación con DEIA adelanta que en la mañana de ayer mantuvo un contacto telemático con Gorka Zurinaga, mandatario del Arenas, para “para poder compartir esta estrategia”.

¿Qué supone para un club como el CE Europa competir en Primera RFEF?

—Llevamos muchos años en lo que podemos llamar el fútbol regional y hay un porcentaje muy elevado de socios que recuerdan los años 60 del pasado siglo, cuando el Europa competía en el fútbol profesional y realmente ver cómo les brillan los ojos, ver la emoción con la que lo viven… Creo que es un hecho histórico y por lo tanto nos sentimos muy felices de que esto se haya podido desarrollar y conseguir.

Ahora les toca el otro ascenso, el de sacar dinero, aunque sea bajo las piedras ¿Qué presupuesto han manejado este año y si han cuantificado el que necesitan para competir con garantías en Primera RFEF?

—Tenemos un fútbol base con 1.500 niños, un equipo femenino que también ha ascendido y el presupuesto total del club está en torno a los 2,2 millones de euros; y lo que sería el presupuesto del primer equipo masculino lo situaríamos sobre los 600.000 euros. Estimamos que vamos a poder incrementar un 20% o 25% este importe, y con eso tendremos que organizar tanto la plantilla como lo que es el staff, además de con los gastos de desplazamientos.

El CE Europa es uno de los fundadores de la liga de Primera División como es también lo es el Arenas, con el que comparten misma problemática, sobre todo la del campo ¿Se ha puesto en contacto ya con el Arenas?

—Hablamos incluso antes de que el Arenas subiera, tuvimos una conversación con Gorka Zurinaga, el presidente, para poner el punto de partida en el que estamos cada uno de nosotros. Llevamos haciendo movimientos buscando diferente ayuda y soporte para afrontar un poco la situación del campo.

Ha remarcado en declaraciones anteriores que la única opción que contempla el Europa es seguir jugando en su campo y no jugar en otro. Lo mismo opina el Arenas. ¿Qué tienen que hacer para que la Federación Española atienda sus peticiones, porque la normativa no les ampara?

—Nuestra esencia está en la vida en Gràcia y, por lo tanto, si nosotros tenemos que salir de Gràcia, matamos al club como ha sucedido con algún club que nos ha precedido en este problema Y esto es una cosa que la tenemos clara, tenemos el respaldo de los socios y, por lo tanto, nosotros nos vamos a mantener firmemente desde un inicio en el sentido de que lo que no queremos es dar como primera solución ir a buscar otro campo, porque esta es una solución que para nosotros hoy no es válida de ninguna manera.

¿Y cuál es la solución?

—Vamos a trasladar a la Federación Española, y este jueves tenemos una reunión en este sentido con un grupo de abogados, que nos concedan por lo menos un año, no seis meses de cadencia, sino un año para poder encontrar una solución.

¿Y si la Española no atiende su petición?

—Es una norma absolutamente discriminatoria, que se estableció en 2022, con la que se buscaba otorgar a la Primera RFEF un cariz de profesionalismo, que no se da. Hoy en día creo que carece de sentido viendo cómo se está jugando en Champions y en la Europa League partidos en césped artificial, además de la Copa. Buscaríamos otras vías jurídicas para intentar cambiar la norma.

¿El Arenas tiene conocimiento de estos movimientos?

—He hablado (durante la mañana de ayer) con Gorka (Zurinaga) para poder compartir esta estrategia y para, obviamente, se sumen a nosotros y para ver cómo lo hacemos. La sintonía entre los dos clubes es buena.

¿Le ha pedido ir juntos de la mano en esta reivindicación?

—Sí, por supuesto. De hecho empezamos trabajando esta cuestión con el Sant Andreu, que está en el play-off. El Terrassa también envió una nota al respecto a la Federación Española y si nos juntamos 3 o 4 clubes, se puede incluso plantear una acción colectiva desde el punto de vista jurídico. Somos optimistas, por supuesto, y también realistas.