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Real Madrid 1 - 2 Arsenal

El Arsenal consigue aplastar al Real Madrid en la Champions League

Los de Mikel Arteta desperdician un penalti con el empate a cero en el marcador y pese a ello logran una segunda victoria en la eliminatoria, esta vez en el Bernabéu. Se verán con el PSG

El Arsenal consigue aplastar al Real Madrid en la Champions LeagueEFE

Real Madrid 1

Arsenal 2

REAL MADRID: Courtois; Lucas Vázquez (Min. 61, Ceballos), Asencio (Min. 73, Modric), Rüdiger, Alaba (Min. 61, Fran García); Tchouaméni, Fede Valverde, Bellingham; Rodrygo (Min. 61, Endrick), Vinícius y Mbappé (Min. 75, Brahim).

ARSENAL: Raya; Timber (Min. 94, White), Saliba, Kiwior, Lewis-Skelly; Rice (Min. 94, Zinchenko), Partey, Odegaard; Martinelli (Min. 94, Tierney), Saka (Min. 77, Trossard) y Mikel Merino.

Goles: 0-1: Min. 65; Saka. 1-1: Min. 67; Vinícius. 1-2: Min. 93; Martinelli.

Árbitro: François Letexier (FRA). Mostró tarjeta amarilla a Alaba, Asencio y Rüdiger por el Real Madrid; y a Raya y Partey por el Arsenal.

Incidencias: encuentro de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu lleno, con 78.297 espectadores en las gradas, 4.000 seguidores del Arsenal.

No hubo remontada ni espacio para los milagros. El Arsenal, la nueva bestia negra del Real Madrid, el único equipo en Europa que no ha caído ante el rey de la Liga de Campeones en cuatro duelos y lo tumbó en tres, se volvió a cargar al vigente campeón con un ejercicio de madurez que instaló la impotencia en el Bernabéu en un equipo carente de fútbol y ausencia de liderazgo.

La llamada a la épica no fue suficiente para un equipo falto de fútbol. Con pocos recursos más allá de la intensidad y agresividad. Se despidió en cuartos de final tras chocar de nuevo con un Arsenal que da un paso al frente. Sobrado de personalidad, sin echarse a temblar por la presión ambiental. Un equipo construido y trabajado por Mikel Arteta que se cargó con toda justicia al vigente campeón.

En el “cabeza, corazón y cojones” de Ancelotti se olvidó de añadir el fútbol. Y es lo que le está faltando este curso a su Madrid. Vinícius y Mbappé no conectan como deberían y la eliminación marca el camino del técnico más laureado de la historia del club blanco y ganador de más orejonas. Era un día para los grandes referentes. Siguiendo el manual de las remontadas, la salida con rabia de un equipo herido en el orgullo tras los tres tantos recibidos en Londres, intentó atemorizar al Arsenal. No lo logró.

El Arsenal no jugó atemorizado y quiso ir arriba cuando pudo. Amenazó siempre con Saka, con un disparo cruzado que fue el primer susto, probando después a Courtois con un disparo abajo desde la frontal. La oportunidad para sentenciar la eliminatoria, si es que no lo estaba ya, la tuvo en un penalti señalado desde el VAR por agarrón de Asencio a Merino.

Se volvieron a citar Courtois y Saka, que apostó por un toque suave el esférico a lo Panenka pero a un lado. El portero madridista sacaba una mano para salir vencedor.

El Madrid no probó a David Raya en todo el primer acto. Con el tridente en el campo, sosteniendo Ancelotti a Rodrygo pese a su bajo rendimiento, Vinícius tan voluntarioso como errático en el centro y Mbappé mascando impotencia por la falta de balones. Con Modric y Ceballos, los que deben imponer criterio, en el banquillo. Así llegaba la oportunidad de resurrección, un penalti de Rice a Mbappé, por un supuesto agarrón que solo vio el colegiado y fue corregido por el VAR.

Demasiado tiempo parado el partido enfrió al Madrid. Apenas un disparo lejano de Mbappé en todo el primer acto. La necesidad madridista ante la calma del Arsenal. El ritmo acelerado, por ocasiones atropellado y con falta de un cerebro que impusiese un estilo, frente a la templaza inglesa. No era un escenario nuevo para el equipo de Arteta que se parapetó y cuando pudo lanzar un contragolpe encontró a Martinelli que también probó a Courtois por tercera vez. Con Raya de espectador.

La testosterona no era suficiente. Necesitaba el Madrid que el Arsenal se contagiase de la locura. Con más balón, adelantando metros el equipo de Arteta, por momentos tuvo aire que respirar al poder correr en transición. Así cabeceó fuera Mbappé un saque de esquina, Vinícius en un día gris leyó mal una contra clara de dos contra dos que culminó con un disparo blando a manos de Raya.

Ancelotti pasaba al plan B al pasar la hora. Le daba el mando a Ceballos y cambiaba los laterales. Fede a la derecha y Fran García a la izquierda. Más minutos que nunca en un partido grande para Endrick. El castigo fue inmediato cuando apareció Merino para poner criterio en el pase al espacio y dejar a Saka ante Courtois para que se sacase su espina con un balón picado a la red. El directo a la mandíbula, el 0-4 global, tumbaba a cualquier equipo. Llegó a empatar por un error grave de Saliba, dormido con balón al borde de su área, sorprendido por Vinícius que robó y marcó a puerta vacía para maquillar su noche.

Mbappé se retiró del campo, lesionado, sin aparecer en una de esas citas en las que el madridismo le esperaba. Y así murió el partido. Y un epílogo doloroso con nueva derrota, la sexta en la competición, con una transición en el añadido de Martinelli que da al Arsenal un pleno de triunfos en sus dos visitas al Bernabéu y se verá en semifinales con el PSG. – Efe

El Inter se medirá al Barcelona

El Bayern, eliminado. El Inter de Milán empató (2-2) ayer en el Giuseppe Meazza con el Bayern de Múnich e hizo bueno el triunfo en la ida la semana pasada para avanzar a semifinales de la Liga de Campeones, penúltima ronda en la que se enfrentará al Barcelona. Los de Simone Inzaghi aguantaron los intentos de remontada alemanes, con un inicio más visitante y la reanudación con gol de Harry Kane. La reacción local fue pronta y contundente, con dos goles en tres minutos, de Lautaro Martínez y Pavard. El 2-2 de Eric Dier probó la fortaleza defensiva de un Inter que jugará su segunda semifinal de Champions en tres temporadas. Los de Vincent Kompany salieron a jugar en campo rival y agobiaron a un Inter que tardó 20 minutos en encontrarse algo más cómodo. Aprovechó Kane para cruzar a la red el 0-1, pero el gol despertó al Inter. Lautaro Martínez y Pavard aprovecharon el balón parado para hacer el 2-1 que pudo ser más si no es por Dier. El propio lateral inglés se terminó de vestir de héroe cuando voló palo para cabecear el 2-2 a 15 minutos del final.