Mikel Arzalluz (Azkoitia, 10 de enero de 1995) se ha convertido en este tramo del grupo II de Segunda RFEF en la referencia de un Gernika que ha sumado 7 de los 9 últimos puntos posibles. Arzalluz –que también ha militado en el Anaitasuna (2017-21), Arenas (2021-22) y Langreo (2022-23)– vive su segunda campaña en el conjunto foral, destaca que los goles “son cuestión de ciclos”, se define como “un delantero moderno” y pone en valor a Gorka Iraizoz, “un entrenador bastante exigente”.
Se encuentra enrachado con el gol, ha marcado en las tres últimas jornadas del Gernika, en las que han sumado 7 de los 9 puntos posibles.
—La verdad es que ahora está entrando el gol, antes también he tenido bastantes oportunidades y no entraba, y ahora en las tres últimas jornadas está entrando y muy contento.
¿Que ha cambiado para que en este tramo presuma de inspiración?
—El equipo también en estos tres últimos partidos está muy bien. Estamos haciendo buenos partidos y nos están saliendo las cosas mejor de la que llevábamos hasta la fecha. Para un delantero son rachas. A veces le pegas bien y entra, otras veces le pegas bien y no entra. Y ahora me está entrando el gol. Lo importante es generar ocasiones y yo creo que durante todo el año estamos generando. Ahora me está tocando a mí meter los goles y antes (Iñigo) Baqué tuvo una buena racha, y lo importante es que alguno del equipo esté en racha y haga goles.
¿No le inquietaba o le obsesionaba que no estaba viendo puerta aunque tuviera esas ocasiones?
—Para un delantero siempre viene bien meter gol. Es verdad que cada año vas aprendiendo y sabes que en fútbol son momentos. Hasta ahora no me estaba entrando. Ya lo tenía en mente, que tenía que empezar a marcar, pero no es una cosa que me vuelva loco. Vas aprendiendo que es cuestión de ciclos y que si sigues trabajando bien, va a entrar y así ha sido.
Para el que no le conozca, ¿cuál es el perfil de Mikel Arzalluz?
—Yo diría que soy un tipo de jugador muy sacrificado, que me gusta darlo todo en el campo. Me describiría como un jugador pillo que intenta sacar lo máximo en cada acción.
¿Es un delantero de la vieja escuela o un delantero más moderno?
—Me describiría como más moderno. No soy un delantero referencia, soy un delantero que cae a bandas, que me gusta asociarme bajando abajo con balón y luego correr a la profundidad.
Curtido en el Anaitasuna, ha jugado también en el Langreo y en el Arenas, pero curiosamente en el equipo asturiano es donde ha logrado su mejor marca anual de goles, un total de 13.
—Nunca había salido de casa e iba con esa inquietud de ver cómo me vería. Me sentí muy cómodo, el club era espectacular y los compañeros que había en esa época me ayudaron mucho. Fue un año muy positivo para mí y me salieron las cosas bastante bien, aunque es verdad que estuvimos sufriendo hasta la última jornada para conseguir la salvación.
¿Por qué no renovó y se decantó por el Gernika?
—Me ofrecieron renovar, pero aquí también tenían cosas importantes y quería acercarme más a casa, y centrarme en otras cosas como los estudios que tenía por terminar. Decidí volver y terminar los estudios.
¿Qué estudió?
—Magisterio, estoy a la espera como profesor de Educación Física en Primaria.
A sus 30 años, ¿qué le ha faltado para no haber dado ese asalto y tener tu techo en Segunda RFEF?
—Salí tarde del Anaitasuna. Siempre tuve opciones de salir, pero como estaba cómodo en casa, estaba jugando con mis amigos, es una cosa que valoraba mucho. Teníamos un grupo que era espectacular y me sentía muy cómodo y me divertía. Y al final, si te diviertes jugando al fútbol con tus amigos, pues eso también vale. Algún año he andado ahí, algún equipo de Primera REFF que me ha preguntado, que sería la segunda opción, y nunca se ha dado. Siempre digo que las cosas llegan, pero si no llegan, tampoco me voy a volver loco. Estoy contento con lo que he hecho en los equipos en los que he jugado.
¿Cómo define a este Gernika?
—Es un Gernika que va de menos a más. Estamos en un momento en el que hemos dado un paso para adelante, somos un equipo atrevido.
¿Qué les pide Gorka Iraizoz?
—Gorka es un guerrero, porque su mentalidad siempre es de ir para adelante. Es un entrenador bastante exigente, pero que luego él también nos da, así que muy bien con él.