En los peores momentos aparecen los buenos jugadores. Y cuando el Real Madrid transitó por la duda, Vinicius y Bellingham comandaron la respuesta blanca en Bérgamo, donde dieron un paso adelante para sacar al equipo del abismo en la Liga de Campeones con dos goles separados por apenas tres minutos que solventaron el complejo desafío del Atalanta de Gian Piero Gasperini, que rozó en la última jugada el gol del empate.
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