El Arenas, tal como le ocurriera al Gernika, encajó en su visita a Las Gaunas en tiempo de descuento, lo que le penalizó con una cruel derrota frente a la SD Logroñés, uno de los gallitos del grupo II de Segunda RFEF, con el tanto de Diego Lamadrid, el segundo de su cuenta en el partido, por lo que el delantero rojiblanco castigó al que fuera su equipo el curso pasado. No en vano, el cuadro colectivo es casi una sucursal el Arenas, ya que, al margen de Lamadrid, en el colectivo de Carlos Pouso, un getxotarra y extécnico del Histórico, jugaron también Gaizka Argente, Álvaro García y Kepa Vietes, que tienen pasado arenero. Lo cierto es que la segunda mitad se convirtió en un martirio para el conjunto que dirige Ibai Gómez, que se había adelantado en el primer acto con la diana de Urko Collado, fruto de una gran jugada colectiva desde área propia, pero que no supo mantener tan preciado tesoro para sumar por primera vez lejos de Gobela, donde el próximo sábado recibe al Teruel.

Ibai Gómez se mostró contrariado por la manera en que su equipo, que también hincó la rodilla en el estreno liguero en Utebo tras recibir tres goles en un corto intervalo de diez minutos, cayó derrotado en Las Gaunas y pese a que los rojiblancos gozaron de buenas ocasiones como para haber hecho algún gol más. “El equipo ha hecho muchas cosas bien, aunque tras adelantarnos ellos han transitado bien cuando sabíamos que eran peligrosos en eso y nos han cogido por el lado izquierdo. Hay detalles que debemos corregir, he visto detalles importantes a corregir, sobre todo en algunos duelos, en posicionamientos, perdemos referencias”, describió el de Santutxu, que también entonó el mea culpa para justificar la acción del primer gol riojano, que nació tras una pérdida en la salida de balón de su equipo. “Es responsabilidad mía absoluta, pero me quedo tranquilo. Ha detectado bien el hombre libre, hemos ido a salir, no hemos estado precisos y nos han robado. Me preocupa más el segundo gol de ellos, en detalles que es más por causa de mentalidad”, sentenció.