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GORKA IRAIZOZEntrenador del Gernika

Gorka Iraizoz: “Gernika es mi casa, me siento arropado”

Gorka Iraizoz vive su momento. Toma la alternativa en el banquillo del Gernika con toda la ilusión del mundo. El domingo debuta en Urbieta frente al Alfaro

Gorka Iraizoz: “Gernika es mi casa, me siento arropado”Jose Mari Martinez

El nuevo entrenador del Gernika solo tiene palabras de agradecimiento para la villa foral, donde se curtió en su portería antes de pasar a la élite. De la mano de Aitor Larrazabal, con el que ya ejerció de segundo y ahora comanda la dirección deportiva del club, el navarro se estrena como primer entrenador al frente de la entidad de Urbieta El exguardameta del Athletic considera que está preparado para el puesto.

¿Cómo ha ido la pretemporada del Gernika?

—Contento, porque hay mucho trabajo que realizar, pero contento con la predisposición con los chicos; contento con la conformación del equipo y con las ganas de mejorar que muestran cada día. Luego, esto es un trayecto muy largo y la pretemporada hay que valorarla objetivamente, con los datos concretos, y hay otros muchos conceptos que hay que estudiar en los que estamos contentos, porque el equipo ha ido mejorando. Pero todavía tiene mucho que mejorar, porque esto es un trayecto muy largo.

¿Le falta algo en la plantilla?

—Yo siempre les digo a los chicos que están los que queríamos que estuvieran; los que creemos que son capaces de dar lo que nosotros queremos para la medida que queremos desarrollar. Les hemos elegido. A todos, a cada uno de ellos. Y eso es muy importante, que ellos lo sepan. Y lo saben. Por eso, desde ahí, el trabajo diario, las circunstancias y el fútbol determinarán que en un equipo unos tengan más protagonismo que otros.

¿Mucho cambio yendo este año de primer espada?

—Sí, sí. Está claro. Cuando estás a la sombra, relativamente, del primer entrenador hay decisiones, conversaciones que no te tocan, y ahora ya tocan. Hay que asumir la responsabilidad total que ello conlleva y estoy feliz con la decisión. Aitor (Larrazabal) ha confiado en mí en este nuevo proyecto, para esta nueva función. Lo hacía en anteriores etapas como asistente, dándole mucha relevancia en temas de funcionamiento, comprensión de juego, faltas técnicas, que al final me han hecho crecer. Gracias a él estoy en esta nueva terna que el tiempo dirá qué situación nos depara.

Entonces, le apetecía dar el salto y ponerse al frente en el banquillo.

—Sí. Es el proceso que a mí me tocó llevar. Para llegar a ser entrenador hay diferentes caminos, en este caso, a mí, de la mano de Aitor (Larrazabal), se me abrió uno para poder crecer y formarme cada año, teniendo una oportunidad con él, y ahora esta decisión cayó en mí. Creo que estaba ya preparado y era el momento en que tenía que hacer el cambio. Sobre todo, porque Gernika es mi casa, porque me siento arropado, porque devolver al pueblo lo que a mí me dio es lo que me motiva, y devolvérselo de la mejor manera que sé, ocupándome del equipo del pueblo, con el fútbol que, es lo que he hecho toda mi vida, es la mejor manera que tengo. Los lazos con Gernika me unen muy estrechamente y eso lo hace muchísimo más especial.

¿Han solucionado ya los problemas del césped de Urbieta? En pretemporada tuvieron que suspender un amistoso porque no encontraron un rival de nivel que aceptase jugar en su terreno de juego.

—El césped está muy desgastado. Lleva mucho uso. Lógicamente, todos los equipos, del primero al último, estamos con la ilusión y las ganas de poder remodelarlo y poder dar un salto y ofrecérselo a los chicos y al pueblo, porque si algo tiene Gernika es el nexo con el ciudadano. La gente que siempre ha estado animando o tiene a sus hijos en categorías inferiores. Iremos poco a poco. El campo necesita un empujoncito para que las cosas vayan mejor.

¿Cuál es el mayor impedimento para fichar a un jugador por el Gernika?

—Cada jugador tiene sus características, es un mundo, toma sus propias decisiones, como debe ser, y uno como entrenador a la hora de seleccionarlos piensa en lo positivo que va a ser tener ese jugador en el equipo, pero tienes que aceptar que el jugador pueda tener otras miras y otras ilusiones de jugar en otro sitio y no pasa nada. Desde la captación se puede seguir construyendo y nosotros hemos intentado que nuestro abanico sea lo suficientemente amplio para que un modelo no se vea perjudicado por una decisión concreta de un jugador que no haya querido venir. Yo siempre resalto todas las cosas positivas que tiene Gernika. Yo he sido jugador. Sé lo que es estar arropado por un pueblo que te va a ayudar a crecer. Solo tengo palabras positivas de lo que yo he vivido en Gernika.

¿Ha variado mucho este club respecto al de hace dos años, en el que ya estuvo?

—No. No creo que haya mucho cambio. Las bases están sentadas de la misma manera. La idea de juego y la forma de trabajar también. Lo que nosotros vamos a plasmar en el terreno de juego es un sentir que el pueblo tiene. Gernika es un pueblo especial, que ha vivido unas circunstancias muy especiales. Y eso se tiene que ver reflejado en el campo. La lucha, la entrega, el esfuerzo van a estar asegurados. Es un pueblo resiliente. Nosotros lo seremos a cada obstáculo que se nos plantee. Y, sobre todo, seremos un equipo con mucha fuerza. La conexión del pueblo con el equipo es vital para nosotros.

¿Dónde ve al Gernika esta temporada?

—Es la mítica pregunta. Nadie sabe dónde va a estar. Lo que sabemos es que pasaremos diferentes etapas, diferentes procesos, y lo que tenemos muy claro es que desde el amor que sentimos al fútbol vamos a afrontar cada obstáculo con la mayor energía del mundo. Hay un dicho holandés que dice “apunta a la luna y darás en la diana”. Es algo que he hecho siempre en el fútbol, he sido positivo, he creído que voy a estar lo más arriba posible, y es lo que me ha hecho ser trabajador e insistente en poder conseguir objetivos. De ahí en adelante, tendremos que afrontar cada situación con toda la entereza del mundo.

Esta Segunda Federación parece que está huérfana de liderazgo.

—Es la visión de fútbol de Bizkaia. Dos han subido a Primera RFEF y nos hemos quedado tanto el Arenas como nosotros, que estamos hablando de dos históricos, sobre todo el Arenas, con todo su peso y su masa social, y nosotros que siempre estamos peleando entre la extinta Segunda B y Tercera y es nuestra responsabilidad. Si lo llevamos al plano futbolístico, es un grupo muy potente.