Jagoba Arrasate dejará de entrenar a Osasuna al final de la presente temporada tras decidir no continuar en la entidad navarra después de seis años al frente, en los que ha conseguido devolver la estabilidad deportiva y social al cuadro navarro.

“He tomado la decisión de no renovar con Osasuna. Es una decisión complicada, como podéis imaginar, estoy tranquilo y en paz conmigo mismo. No es una despedida, estamos inmersos en una competición en la que quedan nueve partidos y eso ya llegará”, indicó entre lágrimas el preparador de Berriatua de 45 años.

La decisión, una de las más trascendentes de la historia rojilla, se desveló ayer martes por la tarde en una rueda de prensa celebrada en El Sadar, en la que el técnico estuvo acompañado del presidente, Luis Sabalza, y del director deportivo, Braulio Vázquez. Arrasate afirmó no tener “el convencimiento de antes”. “Si no estoy convencido del todo es difícil que sea feliz. Si no soy feliz es difícil que saque lo mejor de mí. Creo que ha llegado el momento. Son horas complicadas”, reconoció. “Una decepción muy complicada al inicio de temporada, hemos tenido que cambiar de plan de dibujo, de esquema. Tengo la prioridad y estoy obsesionado de terminar bien con Osasuna. Tengo que ser honesto conmigo mismo y con el club”, explicó.

Llegó en el verano de 2018 procedente del Numancia. Cuajó una enorme temporada en Segunda División, finalizando la misma con un histórico ascenso. Con cuatro permanencias consecutivas en la máxima categoría se erigió como el capitán del barco y el indiscutible líder del proyecto. De su etapa, Arrasate comentó: “Son seis años donde nos hemos hecho mejor el uno al otro. Hace seis años todos estamos peor. Yo entrenaba en Segunda y Braulio era director deportivo en Segunda. Después de seis años estamos en una disposición mejor”.

El curso pasado, el equipo alcanzó su mejor versión con la final de Copa disputada en Sevilla ante el Real Madrid y la clasificación a Europa 16 años después, la cual quedó en nada tras la eliminación en la fase previa contra el Brujas. El último gran hito fue la Supercopa en Riad. “Ha sido un año complicado con una decepción muy grande a principio de temporada, un equipo donde queríamos darle continuidad a cosas que hicimos el año pasado y nos hemos dado cuenta que no podíamos, hemos tenido que cambiar de plan, de dibujo. Valoras un poco todo y yo tengo una prioridad, estoy obsesionado de terminar bien con Osasuna, que estará marcado siempre en mi corazón”, indicó. “Llegados a este punto, yo también tengo que mirar por mi futuro. Me voy tranquilo, orgulloso y en paz conmigo mismo”, declaró.